SEGA inauguraría la sexta generación de consolas con un sistema que dejaría huella en la industria y marcaría un estándar en cuanto a los servicios de juego en línea. Dreamcast fue lanzado al mercado a finales del segundo milenio con la esperanza de que la compañía pudiera apoderarse del primer puesto en ventas y ser reconocida como la mejor de esta nueva etapa para los videojuegos.
Dreamcast
Cantidad máxima de jugadores: cuatro.
Tipo de control: stick análogo.
Conexión a Internet: módem.
Año de lanzamiento: 1999.
Año en que se dejó de producir: 2001.
Iteraciones que hubo de la consola: estuvo disponible en colores diferentes.
Medio de lectura de juegos: GD-ROM.
Precio de lanzamiento: $199 USD.
Precio final: $49 USD.
Precio en eBay: de $35 a $155 USD.
Disponibilidad: buena.
Juegos representativos: SoulCalibur, Resident Evil Code: Veronica, Jet Grind Radio, NFL 2K, Sonic Adventure, Phantasy Star Online.
El 9 de septiembre de 1999 (9-9-99), SEGA sacó a la venta su nueva consola. El recibimiento por parte del público fue bastante bueno e incluso la compañía tuvo problemas para satisfacer la demanda en las primeras semanas que estuvo en el mercado. A partir de esta respuesta, se vieron en la necesidad de construir más sistemas y se enfrentaron a la escasez de hardware y el consiguiente problema para cubrir la demanda. De cualquier manera, las ganancias fueron buenas, pues además de las ventas de la consola en sí, los títulos de lanzamiento también fueron un éxito, basta decir que entre ellos estaban SoulCalibur, Sonic Adventure, Hydro Thunder, Marvel Vs. Capcom, Power Stone, NFL 2K y The House of the Dead 2.
Esta consola tenía un módem para conectarse al servicio SegaNet y así poder jugar en línea algunos títulos. A pesar de que su tasa de transferencia era de 56 kbits/s, el hecho de contar con servidores dedicados ayudaba a tener una excelente experiencia de juego sin lag en cualquier parte del mundo.
El Dreamcast requería una tarjeta de memoria para poder salvar los juegos, y para cumplir con esta función tenía dos accesorios disponibles: la memory card, que no agregaba características especiales extra, y la Visual Memory Unit (VMU), que servía para esto y más. La unidad contaba con una pequeña pantalla LCD de 37 X 26 mm, que podía mostrar gráficos en blanco y negro; se insertaba en una ranura del control y ello permitía tener disponibles algunos elementos extra en algunos juegos. Un ejemplo muy claro era en la franquicia de Resident Evil, donde podías ver la salud de tu personaje en tu control sin necesidad de pausar el juego. Por si esto fuera poco, al jugar ciertos títulos podías descargar minijuegos para usar la VMU como portátil y aunque casi todos eran sencillos, constituían un extra que se agradecía cuando se aprovechaban de manera adecuada sus características.
En el primer mes del año 2001, SEGA anunció que dejaría de producir y retiraría del mercado el Dreamcast y para sorpresa de muchos, también dijeron que esta sería la última consola en la historia de la compañía japonesa, ya que a partir de ese momento enfocarían sus esfuerzos en la creación de software. Años después comenzamos a ver juegos de Sonic en sistemas creados por Nintendo e incluso títulos donde el erizo y Mario compartían la portada, algo inconcebible en la década de los noventa.
El SEGA Dreamcast concluyó un ciclo importante en la historia de la industria de los videojuegos y para la empresa japonesa constityó una manera digna de terminar su participación en la creación de hardware. Sin duda sus pasos dejaron una marca imborrable.
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