Constantinopla, realidad y leyenda

Los secretos históricos de Assassin’s Creed: Revelations


Todo mundo sabe del Imperio Romano y su legendario control de Europa y del norte de África durante más de quince siglos, sin embargo, lo ocurrido después no pertenece precisamente al dominio popular, y es justamente aquí donde entra la figura de Constantinopla, legendaria urbe que sirve como escenario para el argumento de Assassin’s Creed: Revelations.

Constantinopla fue fundada por el emperador romano Constantino I en el año 671 a.C. en lo que solía ser la ciudad griega de Bizancio. Situada al Este de Italia, yace en lo que actualmente se conoce como Estambul, ciudad de Turquía que definitivamente constituye uno de los puntos geográficos más importantes del globo, pues conecta a Europa con Asia, y al Mar Mediterráneo con el Mar Negro.

Pero el rol coyuntural de Constantinopla va más allá de un asunto meramente cartográfico. Assassin's Creed: Revelations se sitúa doce años después de los acontecimientos de Brotherhood, es decir, en el año de 1513. Hablamos del ocaso de la Edad Media y apogeo del Renacimiento, marcados por la reciente caída del Imperio Romano de Oriente (1453). Vale aclarar que debido a su tamaño y multiplicidad de factores políticos y religiosos que no competen a este artículo, el imperio se había dividido en un segmento occidental, cuyo eje era Roma, y otro oriental, con capital en Constantinopla. La localización de este último palmo de territorio lo hizo objeto permanente de disputa entre las fuerzas europeas ahí establecidas, mejor conocidas como bizantinas y la influencia islámica en la zona, representada por otro gran imperio: el otomano. Estas dos son, precisamente, las facciones antagónicas en Revelations.

El Imperio Otomano hacia 1453 (la flecha indica exactamente el punto donde se ubica Constantinopla)
El Imperio Otomano hacia 1453 (la flecha indica exactamente el punto donde se ubica Constantinopla)

El Imperio Otomano era relevante por su poder socioeconómico y militar, y en su momento de mayor apogeo tuvo bajo su yugo a cerca de 4% del mundo occidental. Se trató de un Estado gigantesco y longevo, que se fundó en 1299 y se apoderó de Constantinopla en 1453.

Ezio Auditore arriba a la mencionada ciudad en el marco de lo que bien podríamos llamar la edad dorada de Constantinopla, sin que ello signifique una época caracterizada por la paz. Apenas un año antes, el príncipe Selim había obligado a su padre, el sultán Beyazid II, a abdicar para así hacerse del poder. Ha transcurrido menos de un siglo desde la disolución del imperio oriental y ello trajo consigo numerosas cruzadas papales, así como una amenaza permanente de los bizantinos en su intento por recuperar la metrópoli, detalle que se documenta en el juego, pero con una libertad creativa que dota a los herederos romanos de una influencia templaria ficticia.

En este marco aparece el príncipe Suleiman I, hijo de Selim I, quien tiene 19 años, pero ya se perfila como sucesor al trono. Es Suleiman el que hace la descripción de su ciudad con lujo de detalle durante uno de los trailers de Revelations y, ya en la campaña, recibe ayuda de los asesinos para mitigar la ofensiva bizantina.

De acuerdo con los registros históricos reales, en su calidad de aristócrata, Suleiman fue un joven altamente educado, con conocimientos en teología, ciencia, literatura y tácticas militares. Gracias a ello, fungió como joven gobernante de la provincia de Kaffa y, eventualmente, se convirtió en sultán, ejerciendo el poder por casi medio siglo. Sobra decir que es uno de los personajes con trasfondo verídico más importantes en el título.

Además de él y, como ya es tradición, otras figuras reales engalan el relato, como es el caso de Manuel Palaiologos, hermano del último emperador bizantino y de cuya vida se tiene poca información, salvo por el hecho de que cambió su derecho al trono por una vida llena de lujos en Constantinopla.

Y finalmente, Sehzade Ahmet, hermano de Selim I, quien se disputó el gobierno de Constantinopla, pero ante su derrota fue ejecutado en 1513.

Suleiman I El Magnífico, sultán del Imperio Otomano de 1520 a 1566. A la derecha, la versión real, a la izquierda, la del juego
Suleiman I El Magnífico, sultán del Imperio Otomano de 1520 a 1566. A la derecha, la versión real, a la izquierda, la del juego

Assassin’s Creed: Revelations recrea varios distritos de Constantinopla, entre ellos, Imperial, hogar de la majestuosa y emblemática basílica/mezquita Hagia Sophia, cuyos 7,500 metros cuadrados y domo de casi 60 metros de diámetro, la convierten una edificación de gran valor religioso e histórico. Para cuando Auditore llega, el templo ya tiene casi mil años de existencia. Otro ícono similar, aunque de menor tamaño es la mezquita de Beyazid, construida en el distrito homónimo, completada en 1506 y que también resalta en el horizonte de la Estambul virtual.

Se puede visitar Capadocia, la zona montañosa que funge como cuartel de los Templarios -en el juego-, y en la práctica se distingue por sus singulares paisajes y formaciones rocosas irregulares, los cuales la convirtieron en lugar ideal para edificaciones incrustadas en montañas y en gran atracción turística.

Efectivamente, en Capadocia se pueden encontrar numerosas ciudades subterráneas y sus habitantes, aunque no fueron templarios, sí fueron partidarios, por mucho tiempo, del imperio romano, pero para el momento en el que se desarrolla Revelations, la provincia ya formaba parte integral del imperio otomano.

Pero sin lugar a dudas, es Galata el barrio donde converge la mayor riqueza cultural y arquitectónica de Constantinopla y Assassin’s Creed Revelations. Hablamos de uno de los puntos más acaudalados en todo sentido, con marcadas influencias italianas, otomanas, bizantinas, griegas e incluso asiáticas, cuyo monumento histórico recae en la torre desde la cual se solía fijar una gran cadena para bloquear la entrada al puerto.

En el juego dicha táctica de control portuario se ve reflejada cuando Ezio destruye un faro precisamente para poder abordar un barco y escapar.

El fuerte de Masyaf está de regreso. Éste fue escondite de asesinos reales, mejor conocidos como nizaríes o hashashins, y quienes entre los siglos X y XIII, dejaron huella por ser una secta de sicarios. Masyaf se encuentra en Siria.

La basílica de Hagia Sophia o La Sagrada Sabiduría es hoy en día un museo. Izquierda, real; derecha, juego
La basílica de Hagia Sophia o La Sagrada Sabiduría es hoy en día un museo. Izquierda, real; derecha, juego

En lo que respecta a las armas, sin lugar a dudas, una de las más representativas de la época fue el kilij, término turco que significa “espada” y que no es otra cosa más que un sable curvo de metro y medio, así como la daga otomana. Mientras que los bizantinos, salvo por libertades creativas, adoptaron mucha de la tradición del ejército romano del cual descendían, pero con una dosis de elementos árabes, como la maza de caballería o rabdia que podemos ver varias veces en la campaña de Assassin’s Creed: Revelations, así como en el multiplayer. La lanza, el hacha tzikouria y la espada paramerion también están presentes.

En términos de clima, Ubisoft hizo un buen trabajo. Constantinopla es una región portuaria y su estado del tiempo es consistente, así que atestiguamos veranos calurosos y húmedos. No lo podemos sentir en el juego, pero la temperatura promedio es de 30° centígrados.

Culturalmente, la atmósfera cosmopolita de Constantinopla es bien representada por Revelations. Fue de las ciudades más ricas y pintorescas de su época y también uno de los escenarios más interesantes jamás resucitadas no sólo en Assassin’s Creed, sino en un videojuego. Su mezcla de culturas europeas y asiáticas, convergencia de religiones y trasfondo histórico turbulento, la convierten en un lienzo con muchos matices donde la aventura de Ezio Auditore puede conducirse por diversos derroteros. Entrar en Constantinopla, a través de los ojos de Ezio y Ubisoft, es una experiencia impactante, gracias a su sublime arquitectura religiosa, impenetrables murallas, arte iconoclasta e indiscutible atmósfera cargada de tradición milenaria. En pocas palabras, aunque Ezio y Desmond son figuras centrales, la protagonista es, definitivamente, Constantinopla como escenario.

La Constantinopla de Ezio a la izquierda y la Estambul contemporánea a la derecha, con más de 10 millones de habitantes
La Constantinopla de Ezio a la izquierda y la Estambul contemporánea a la derecha, con más de 10 millones de habitantes

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