El universo de Mass Effect comprende una gran cantidad de elementos ficticios que le dan forma y una profundidad pocas veces vistas en un juego de video, especialmente porque el contenido, sin importar el medio (juegos, cómics, libros), está perfectamente colocado para formar un todo coherente y bien estructurado. En este artículo conoceremos un poco más de algunas de las razas que forman parte de la serie.
La única característica compartida por todas y cada una de las razas de la Via Láctea es que el cenit de su desarrollo tecnológico estuvo marcado por el descubrimiento y asimilación de tecnología milenaria, perteneciente a los miembros de una sociedad perdida, conocida como prothean. El misterio que envuelve a estos seres era total hasta que el Comandante Shepard encontró un artefacto que le permitió revivir, en forma de visiones, parte del destino de los protheans, destruidos por unos poderosos seres sintéticos milenarios que, aparentemente, se dedican sistemáticamente a aniquilar a las razas orgánicas más poderosas y avanzadas de la galaxia, para después alejarse durante milenios mientras la siguiente civilización o civilizaciones florecen hasta el punto en que su tecnología les permita los viajes espaciales y entonces repetir el ciclo. Los protheans lograron combatir la invasión durante siglos, lo que les permitió dejar instrumentos que sirvieran de advertencia para las razas futuras, a fin de darles oportunidad de prepararse para sobrevivir a estos seres.
Las asari son una de las razas más respetadas y temidas en la galaxia, especialmente porque después de los protheans, alcanzaron un nivel tecnológico que les permitió abandonar su planeta natal y comenzar a surcar el cosmos. A pesar de que todos sus miembros aparentan y se comportan como mujeres, en realidad son monogenéricos, algo que continúa confundiendo a muchas otras civilizaciones, especialmente a la humana. Independientemente de esto, sus características fisiológicas les permiten reproducirse con miembros de otras razas, sin importar su género, mediante un proceso llamado melding, en el que los sistemas nerviosos de los participantes se unen para permitir al asari adoptar las mejores características de su compañero, aunque a nivel genético, el producto resultante será 100% genéticamente asari.
Esta especie fue la segunda en alcanzar las estrellas y formar parte del llamado Consejo Galáctico. Su fisiología anfibia y su metabolismo súper acelerado son sus rasgos distintivos, de modo que son más frágiles y livianos, gracias a que la mayor parte de su esqueleto está conformado por cartílago y no hueso. Su hiperactividad metabólica es responsable de que piensen, hablen y se muevan más rápido que otros seres, por lo que suelen ver a los demás con un poco de desdén; sin embargo, eso mismo es causa de que su vida sea más corta que la de otras especies, pues muchas veces no superan los 40 años humanos. Mentalmente, se distinguen porque su proceso de pensamiento sigue caminos distintos y está basado en deducciones no lineales, además de que poseen memoria fotográfica.
Los turian fueron la primera raza con la que la humanidad tuvo contacto al abandonar el Sistema Solar tras el descubrimiento de los Mass Relays. Los turian, originarios del planeta Palaven, son una especie de seres enfocados en la disciplina militar, que poseen una flota de naves espaciales considerada una de las más poderosas en la Via Láctea, y con una vocación de servicio y honor que los han elevado a una posición privilegiada dentro de los miembros del Consejo Galáctico. Ese primer encuentro desembocó en un conflicto armado terriblemente sangriento, porque, aunque los turians tenían tecnología más avanzada, los humanos demostraron poseer una capacidad de adaptación y una perseverancia invencibles.
Estos seres reptilianos, procedentes del planeta Tuchanka, son de los más brutales en la galaxia. Su fuerza física y biótica y su capacidad de adaptación los han colocado entre las especies más temidas, en particular después de las llamadas Rebeliones Krogan, derivadas de un aumento de población y una sed de sangre descontrolados. Este conflicto obligó a los Salarians a crear un virus, conocido como genophage, que se encargaría de dañar a los Krogan a nivel genético, causando daños a sus fetos y reduciendo los nacimientos viables en casi 100%, situación que prácticamente los condenó a la extinción. Cabe mencionar que aunque fueron los salarian quienes crearon este virus, los turians se encargaron de propagarlo.
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