Continuando con nuestra cobertura de E3 2019 tocó jugar Dragon Ball Z: Kakarot, un nuevo título de Bandai Namco que cambia las tradicionales peleas por un sistema RPG que quiere que entres de lleno en la vida de Goku, que respires como Goku, sientas como Goku y, sobretodo, que comas como Goku.
La historia es la vieja confiable: llega Raditz a la Tierra y secuestra a Gohan, pero después hay un giro que te permite salir de la trama principal para encontrar viejos conocidos de cuando Goku era niño. En esta entrega estará, por ejemplo, el Androide 8 —Octavio para nosotros los latinos— que nos dará misiones alternas para profundizar aún más en la vida de Goku y sus relaciones con el resto de personajes del universo de Dragon Ball.
La otra mecánica inusual es la comida, la cual será fundamental para la progresión de nuestro personaje porque muchas estadísticas serán aumentadas al alimentar a Goku. Podemos cazar dinosaurios, ir de pesca o toparnos con unos venados medio sci-fi al aire libre para convertirlos en carne y, como imaginan, el apetito saiyajin es duro de satisfacer, así que habrá que conseguir mucho alimento.
Sí, este juego será muy RPG, pero no deja de ser Dragon Ball, así que tiene que haber peleas. Los combates son algo lineales, es decir, combos automáticos combinados con ráfagas de ki y, al apretar el shoulder button, más un botón de ataque podrás hacer las icónicas técnicas de Goku como el Kamehameha.
Platicando con su director y productor, nos dijeron que este es el juego más inmersivo y que esperan que los fans se adentran en la vida de nuestro saiyajin favorito y se sientan en control total al explorar el mundo y reencontrarse con viejos conocidos.
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