El drama de la compra de Activision Blizzard ha mostrado el que quizá sea el punto más bajo al que ha llegado la administración de Jim Ryan en este asunto. Más allá de los argumentos que se han dado antes, los hechos recientes y la postura de Sony, junto con sus ideas que rayan en la paranoia y la conspiración, le declaran la guerra a Microsoft e impactan directamente a sus estudios, pues la misma marca declaró que sin Call of Duty la producción de exclusivos está en peligro.
PLAYSTATION TOCÓ FONDO EN LA REUNIÓN CON LA CMA
Se anticipaba que la reunión entre Microsoft, Activision Blizzard, Sony, los involucrados de forma directa o indirecta en el trato y la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) sacaría a relucir los peores argumentos. El regulador británico ―incapaz siquiera de comprender y hacer algo con las escandalosas cajas de botín de FIFA― se presentó como fuerte opositor a la adquisición más grande en la historia del gaming y de ahí surgió la idea disparatada de aprobarla a cambio de que Microsoft vendiera las partes que involucran a Call of Duty… sí, así de ridículo.
Microsoft ofreció todo tipo de remedios, menos uno, que es el más importante: no venderán siquiera una silla de Activision Blizzard King, quieren la compañía completa con todo y Call of Duty y eso no está a discusión. Tal como ha hecho ante otros reguladores, la compañía de Xbox puso sobre la mesa el contrato por 10 años de la franquicia estrella de Activision para Call of Duty, incluso se comprometió a acordar un nuevo periodo después de una década, y subió la apuesta al anunciar que permitiría que las entregas anuales del FPS debutaran en día 1 en PlayStation Plus, algo que va en contra de las políticas de Activision y su percepción de los servicios de suscripción. Lo que importa a estas alturas es ganar, así que las formas son lo de menos.
Video: UN DESASTRE: la compra de Activision Blizzard
La respuesta de Sony fue la misma de siempre: un rotundo no, pero después vino lo peor. Primero, la compañía representada por Jim Ryan en esa reunión aseguró que lanzar la entrega en turno de Call of Duty en PlayStation Plus puede destruir el modelo de su servicio y lo más grave es que no tendría acceso al negocio completo que hasta ahora representa el FPS en sus consolas. ¿A qué nos referimos? A que PlayStation no quiere que tengas Call of Duty en día 1 en PS Plus; quiere que compres la entrega anual y luego que gastes en su multijugador en línea, no hay más.
"PlayStation no quiere que tengas Call of Duty en día 1 en PS Plus, quiere que compres la entrega anual y luego que gastes en su multijugador en línea, no hay más"
Si bien la negativa es entendible desde el punto de vista del negocio, Sony optó por acompañarla con una serie de escenarios en los que Microsoft y Xbox actuarían como verdaderos bullies. De acuerdo con la compañía japonesa, si se aprueba la compra de Activision las garantías que ofrece Microsoft por Call of Duty son inútiles porque asegura que los precios por los acuerdos de licencia se manipularán siempre en perjuicio de PlayStation y sus plataformas.
Asimismo, Sony asegura que Microsoft saboteará cada lanzamiento de Call of Duty, y para ello sacará una versión llena de bugs y errores para PlayStation, mientras que la mejor experiencia estará en el ecosistema Xbox. Esta visión apocalíptica incluye la intervención de Microsoft para “enmendar su error” con las correspondientes actualizaciones y parches una vez que el lanzamiento haya pasado, con el único objetivo de atraer a los jugadores de PlayStation hacia Xbox.
Luego, vino el mayor escándalo hasta el momento: según Lulu Cheng Meservey, ejecutiva de Activision y una de las voces más explícitas en este proceso, Jim Ryan dijo directamente a los representantes de su compañía y a Microsoft que no le importan los acuerdos por Call of Duty, sólo quiere bloquear la fusión de las compañías. Que esta información tan delicada salga a la luz por parte de un ejecutivo es cosa mayor y confirma lo que siempre fue evidente: Sony no negociará ni con Microsoft ni con Activision ni con los reguladores; para ellos es todo o nada en busca de hundir la adquisición.
SIN CALL OF DUTY NO HAY EXCLUSIVOS, NO HAY INDUSTRIA
Si pensabas que no se puede caer más bajo, te equivocaste, nos falta otro nivel. La negativa de Sony a la compra de Activision Blizzard ante la CMA revivió un argumento que pasó algunos meses en el Limbo y que en su momento no tuvo repercusión. Durante la fase 1 de revisión ante el regulador británico, la compañía japonesa insistió en el valor financiero de Call of Duty para el modelo de negocio de PlayStation; tristemente, reconoció que perder la franquicia de Activision sería dañino —casi mortal— para los proyectos de PlayStation Studios. De acuerdo con esta perspectiva, sin Call of Duty la innovación y el desarrollo de exclusivos quedará en ruinas.
"... sin Call of Duty la innovación y el desarrollo de exclusivos de PlayStation quedará en ruinas"
Peor aún, en un intento desesperado por bloquear la adquisición, Sony aseguró a la CMA que aprobar la compra de Activision y aceptar los remedios que Microsoft ofrece generará un daño irreparable para la industria. Si esto es cierto, tú y yo como videojugadores y todo el gaming que disfrutamos existe gracias al FPS de guerra.
A estas alturas, es inevitable pensar en que Sony, liderado por Jim Ryan en este proceso, ha caído en el exceso al grado de infravalorar las producciones exclusivas de PlayStation Studios. incluso parece que esos grandes AAA con altísimos valores de producción, con historias memorables y propuestas de juego de primer nivel son nada ante el poder financiero que representa Call of Duty. Ante esto, nos preguntamos ¿qué mensaje estás dando a tus equipos como líder?
No nos engañemos: sabemos que el éxito de PlayStation 4 se construyó con una base sólida formada por Call of Duty, FIFA, Fortnite y, dependiendo del mercado, con otros third-party que se jugaron en su mayoría en esta consola. Cada uno de los trimestres financieros de Sony su división de videojuegos involucró grandiosos resultados gracias a los juegos multiplataforma, pues combinaban ventas de copias y microtransacciones. El éxito fue tal, que incluso Sony dio un trato preferencial a Activision en cuanto a distribución de porcentajes de ganancias; en escenarios normales es 30% para PlayStation y 70% para el editor. En el caso de Call of Duty, el porcentaje es menor para la marca de Sony y mayor para Activision, pero esto podría terminar si la adquisición se concreta.
Debajo de todos esos documentos testados se encuentra la realidad de PlayStation en la era actual, que lamentablemente depende de Call of Duty y los third-party, un grave error en un momento en que la industria experimenta una fase de consolidación que pone precio a cualquier editor y estudio.
Salvo casos como los de God of War y God of War Ragnarök, así como Spider-Man y Uncharted 4, los demás exclusivos de PlayStation Studios acarician la meta de los 10 millones de copias vendidas, pero han tenido que pasar años para ello y ese desempeño comercial y financiero lento genera más presión frente a la inversión necesaria para crear estas grandes producciones. Ni hablar de los lanzamientos en PC, pues hasta el momento han sido un fracaso; PlayStation Studios simplemente no ha podido encantar a los jugadores de esta plataforma y cada debut entrega peores resultados. Durante años, el éxito de Call of Duty y otras franquicias de terceros cubrió esta situación hasta que Microsoft irrumpió en la escena, quitó el velo y expuso la realidad del negocio de PlayStation.
¿HAY PÁNICO EN PLAYSTATION?
Mientras Jim Ryan batalla con los reguladores, PlayStation 5 tiene 30 millones de consolas vendidas, según el último corte de Sony y la compañía japonesa puso algo de presión ahora que la pandemia pasó y se opera con regularidad. Durante la conferencia anual de la firma financiera Morgan Stanley, su presidente Hiroki Totoki señaló que la expectativa es que PS5 venda más de 60 millones de unidades durante su ciclo. Si bien no se aventuró a decir que superará a PS4 porque los números siguen estando por debajo del desempeño de esa consola, es una realidad que salvo el PS3, las demás consolas de Sony han superado ventas por 100 millones, y nadie, ni mercado ni inversionistas, esperan menos con el sistema actual.
Sin embargo, parece que se activó el protocolo de emergencia en PlayStation, pues aunque Microsoft asegura que el impacto por la adquisición de Activision y lo que suceda con Call of Duty sería mínimo —cuando mucho, 3% de usuarios cambiarían de PlayStation a Xbox—, la marca de Sony no quiere perder un solo dólar y ahora busca algo capaz de reparar el daño que se avecina.
En teoría, la compra de Bungie debería sacar la cara ante esta situación porque la compañía trabaja en muchos títulos, varios de ellos multijugador y como servicio, pero lo que sucede con Destiny 2 no augura ese gran éxito que podría curar la herida tras la adquisición y sus consecuencias.
Quizás en una acción desesperada y mientras se cocinan los nuevos exclusivos, PlayStation volteó a ver a Naughty Dog en busca de respuestas y hay algo en el horizonte que tal vez disguste a los fans hardcore. Recientemente, Neil Druckmann confirmó que el estudio ya trabaja en su próximo gran proyecto, pero no puede decir aún; sin embargo, lo que viene en camino es el multijugador en línea de The Last of Us, que ha pasado de ser un componente de The Last of Usart II a un proyecto ambicioso que camina por sí solo. La icónica franquicia ahora se convertirá en un juego como servicio en espera de que el éxito de la serie irradie su lanzamiento y conquiste a millones de jugadores.
"... la realidad golpea para recordar que, en este momento, Sony Music y Sony Pictures cine y televisión son las divisiones favoritas gracias a los excelentes ingresos y ganancias que generan. Los años en que PlayStation cargó a Sony sobre sus hombros quedaron atrás"
Finalmente, todo indica que PlayStation deberá desviarse del camino de las grandes adquisiciones, pues Sony confirmó que tiene $5 MMDD para inversiones estratégicas de aquí a marzo de 2024. La respuesta del fan empedernido de PlayStation es que compre de inmediato un editor o un desarrollador, pero los planes podrían ser otros, ya que la compañía informó que este capital se puede usar para videojuegos, pero también para otro tipo de contenido y tecnología. Es ahí donde la realidad golpea para recordar que en este momento, Sony Music y Sony Pictures cine y televisión son las divisiones favoritas gracias a los excelentes ingresos y ganancias que generan. Los años en que PlayStation cargó a Sony sobre sus hombros quedaron atrás y ahora la marca tendrá que salir adelante con lo que tenga.
CONCLUSIÓN
La oposición de Sony, comandada por Jim Ryan, a la adquisición de Activision está resultando en un proceso desgastante que ha expuesto la realidad del negocio de PlayStation y su intento desesperado para mantener el estado actual de las cosas. Tristemente, vemos que la marca decidió construir en terreno ajeno y cimentar su éxito reciente en Call of Duty y los third-party que mayor derrama económica dejan. Al final, el entorno se inclina hacia el triunfo de Microsoft, y tal vez haya que comenzar a pensar en el recuento de los daños que PlayStation se hizo a sí mismo pensando en una reacción inmediata y un proceso de reconstrucción del concepto que ponga en el centro a PlayStation Studios y los casi 30 años de historia de la marca, aunque eso signifique caer de la cima.
VIDEO: Sin Call of Duty no hay exclusivos
Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord /Telegram / Google News
Comentarios
Mejores
Nuevos