En los años recientes, se ha disparado la tendencia de los “clones de Smash” y nos han entregado títulos como MultiVersus y Nickelodeon All-Star Brawl. Es cierto que se esperaba un poco más de ellos, pero atraparon la atención de millones de jugadores. Antes de ellos, otro título tomó prestada la fórmula del fenómeno de Nintendo para hacer su propio juego de peleas de plataformas: PlayStation All-Stars Battle Royale.
Esta propuesta tenía todo para triunfar, pero tristemente, jamás brilló ni trascendió, y se quedó en un experimento de una sola vez. A más de 10 años de su nacimiento, sería buena idea darle una segunda oportunidad con un nuevo título que arregle todos sus problemas y que pueda competir de verdad contra Super Smash Bros. o, al menos, ser el equivalente igual de exitoso para PlayStation.
Crónica de una muerte anunciada
Aunque la idea de un juego de peleas que reuniera a las franquicias más importantes de PlayStation sonaba increíble, la ejecución fue deficiente. Ninguno de los estudios principales de Sony estaba disponible para desarrollarlo, por lo que tuvieron que fundar SuperBot Entertainment, integrado por varios extrabajadores de algunas de sus otras compañías y que estaban familiarizados con algunas franquicias de PlayStation.
Una vez que el equipo estaba listo, se toparon con varias limitaciones que impidieron que SuperBot creara al rival directo de Smash que tenían en mente. La primera fue el presupuesto reducido con el que dispusieron, que se fue casi totalmente en conseguir algunas de las licencias de los personajes, por lo que ciertas parte del título, como los menús, algunas animaciones y el contenido dejaron mucho que desear.
La segunda fue que muchos estudios se negaron a prestar a sus personajes, lo que explica que mascotas icónicas en la historia de PlayStation, como Crash, Spyro, Cloud, el Dante original y Lara Croft estuvieran ausentes. Por último, la jugabilidad resultó extraña y poco atractiva; en lugar de tener que eliminar a los contrincantes sacándolos del escenario, debíamos recargar una barra de poder y aplicar nuestro supermovimiento sobre alguno de ellos para eliminarlos, lo que alejó a muchas personas que sólo querían un Smash pero con Kratos, Nathan Drake y el resto.
Así, con un presupuesto y roster limitado y una jugabilidad poco interesante, SuperBot Entertainment tuvo que hacer maravillas para sacar a flote el proyecto. Las ventas de PlayStation All-Stars Battle Royale fueron escasas (poco más de 1 millón de copias) y la compañía hizo lo posible para que la gente olvidara este fracaso. En 2018, la entrega cerró sus servidores y jamás se volvió a hablar de ella.
Los vientos del cambio
Desde entonces, PlayStation ha tenido varios cambios internos y externos; ahora tiene más estudios que podrían encargarse de liderar el desarrollo, también invierten mucho más dinero en este tipo de proyectos, y más importante: su repertorio de franquicias ha crecido considerablemente. Entre ellas están The Last of Us, Marvel’s Spider-Man, Horizon, Ghost of Tsushima, Death Stranding, ASTRO BOT y más. Lo mejor es que son suyas y no tendrían que negociar las licencias, si quisieran usar a esos personajes en el nuevo juego.
Otros, como Ratchet & Clank, Sackboy y Kratos han tenido cambios y evoluciones que han resultado positivos para su reputación y reconocimiento. Esto asegura que, aunque algunas mascotas como Crash y Spyro sigan sin poder aparecer en la entrega, el resto del roster estaría conformado por muchos personajes muy queridos por el público. Todos tienen repertorios muy adaptables para este tipo de títulos y se sentiría muy natural jugar con ellos.
Igualmente, tenemos como ejemplo a Super Smash Bros. Ultimate, que hizo lo que nadie imaginó: meter a personajes como Cloud, Sora, Sephirot, Banjo-Kazooie, Joker y muchos más. PlayStation tiene muy buena relación con la mayoría de las compañías dueñas de estas mascotas y con otras más, así que fácilmente podrían negociar la inclusión de protagonistas de franquicias como Final Fantasy, Kingdom Hearts, Persona, Tekken, etcétera.
Algo de lo que muchas personas se han quejado es de que PlayStation desaprovecha muchas de sus franquicias y personajes; desde mascotas antiguas como Ape Escape, Twisted Metal y Sly Cooper hasta otras más recientes como Bloodborne, así que usarlas en un título como All-Stars Battle Royale 2 es la excusa perfecta para desempolvarlas. Así como en ASTRO BOT las trajeron en forma de robots disfrazados, aquí sería como peleadores.
¿Por qué hacerlo?
Parece que este deseo por ver una secuela de PlayStation All-Stars Battle Royale es algo que nos sacamos de la manga o vimos en un sueño, pero creemos que es el momento perfecto para hacerla debido a la situación que vive la compañía. Desde el año pasado, dejaron claro que su intención es apostar por juegos como servicio y experiencias multijugador porque este tipo de entregas son una mina de oro gracias a su popularidad.
¿Cómo les ha ido hasta ahora con eso? Nada bien. Helldivers II es el único caso exitoso, pero casi todo el crédito de esto se lo debemos a Arrowhead Game Studios; fuera de eso, tenemos a Concord, el mayor fracaso en la historia de los videojuegos, y tras bambalinas la cosa pinta muy mal. Un ejemplo es la cancelación de The Last of Us Online, lo que llevó al despido de muchas personas en Naughty Dog.
También está la situación caótica que vive Bungie, y esto ha llevado a la presentación de múltiples reportes sobre el terrible camino que ha sido el desarrollo de Marathon, que podría terminar en la cancelación del proyecto. Supuestamente, la compañía sería la encargada de liderar este movimiento hacia los juegos como servicio, pero si todo sigue así, se ve complicado.
En caso de que PlayStation no quiera poner el pie en el freno y siga decidido a hacer multijugadores online, ¿por qué no trabajar en un juego de peleas de plataformas? A la compañía se le juzgó cuando anunció que Concord costaría $40 dólares en lugar de ser free-to-play, pero con una propuesta tan atractiva, como reunir a tus franquicias más populares para que combatan, seguramente muchas personas estarían de acuerdo con pagar un precio base.
Además, se le puede añadir contenido de manera constante, como nuevos personajes, eventos y temporadas, y si se hace de buena manera, asegurarían tener una comunidad abundante durante mucho tiempo, ¿no es esto lo que PlayStation quiere? Incluso cada State of Play tendría el mismo tipo de anticipación que los Nintendo Direct cuando anunciaban a un nuevo peleador, y tomando en cuenta el recibimiento de sus últimos eventos, les ayudaría mucho.
Por último, Sony Interactive Entertainment es uno de los dueños de EVO, el evento más importante para los títulos de pelea. Durante muchos años, Super Smash Bros. era uno de los juegos más atractivos de ver, pero Nintendo le dio la espalda a la comunidad y prohibió su participación, así que PlayStation tiene en bandeja de plata la oportunidad de que el nuevo PlayStation All-Stars Battle Royale ocupe su lugar y sea el nuevo fenómeno.
Evitar tropezar con la misma piedra
El primer paso que PlayStation debe dar para evitar repetir la historia es encontrar el estudio indicado para el proyecto. Team Asobi acaba de sorprender al mundo con el increíble y fantástico ASTRO BOT, que muy pronto recibirá más contenido. En caso de que sea lo único en lo que trabajen, ellos podrían encargarse del juego. Carecen de experiencia en entregas de pelea, pero han demostrado que tienen capacidad para adaptarse, y seguramente encontrarían la manera de regalarnos algo sobresaliente.
Media Molecule es otra opción interesante, debido a que en las entregas de Sackboy han plasmado mucha creatividad, pasión y amor, algo de lo que, definitivamente, carecía PlayStation All-Stars Battle Royale. Tanto ellos como Team Asobi han mostrado que conocen muy bien a la marca, y es casi seguro que cuidarían a todos los personajes, las franquicias y la calidad del producto.
También podrían buscar ayuda de estudios terceros, así como Nintendo tuvo a Bandai Namco en los últimos títulos de Super Smash Bros. Tienen una buena relación con el mismo Bandai, con Capcom y SNK, así que no sería descabellado pensar en que les podrían echar una mano. Si tienen bien cubierto este campo, estamos seguros de que la jugabilidad sería mucho mejor que la del juego original, lo que atraería tanto a jugadores casuales como a otros más clavados.
Una de las críticas más repetidas para el primer título fue la falta de modos para un jugador, y aunque esta secuela seguramente estaría muy enfocada en el multijugador debido a la dirección actual de PlayStation, deberían voltear a ver lo que otros títulos de pelea han hecho e inspirarse para crear contenido single player. A muchos fans les encantó el modo de mundo semiabierto de Street Fighter VI, así que podrían hacer algo similar, o tomar prestados elementos de World of Life o Subspace Emissary de Smash.
Otra queja fue la falta de personajes icónicos de PlayStation en el roster, y la inclusión dudosa de algunos, como la nueva versión de Dante y Raiden, en lugar de Snake. Esto se debió a que, tanto Capcom como Konami, vieron en PlayStation All-Stars Battle Royale la oportunidad de promocionar el reboot de ambas franquicias, y a SuperBot Entertainment no le quedó de otra más que aceptar.
La ausencia de Tomb Raider se debió a que Lara Croft iba a tener próximamente un cambio de look, por lo que Square Enix no dejó ni que usaran la versión anterior ni que mostraran la nueva antes del lanzamiento del reboot. Este tipo de situaciones son muy evitables en el presente, y de hecho, vivimos en una época en donde hay todo tipo de colaboraciones y crossovers, así que PlayStation podría aprovecharlo.
Let’s get ready to rumble
PlayStation All-Stars Battle Royale se estrelló rápida y abruptamente por situaciones fuera del alcance de SuperBot Entertainment, por lo que corregir y evitar los sucesos que llevaron a su decepcionante destino es sencillo. La situación de PlayStation, de la industria y del género es muy diferente a como era hace 10 años, así que el desarrollo de una secuela puede ser más sencillo, sobre todo viendo tantos casos de éxito y fracaso en más juegos de peleas de plataformas para saber qué hacer y qué no.
Si PlayStation no tuvo problema en invertir $400 millones de dólares en Concord, ¿por qué lo tendría con un título que reúne a sus franquicias más populares y que se vendería como pan caliente? Con sólo ver el furor que causó la línea de productos de los 30 años de la marca y con el buen recibimiento de ASTRO BOT, sabemos que a los fans les encanta celebrar la historia de la compañía.
Un nuevo PlayStation All-Stars Battle Royal con más modos de juego, una jugabilidad mucho más atractiva y pulida, con un roster más completo y que además agregue a las nuevas franquicias como Horizon, Ghost of Tsushima y Marvel’s Spider-Man y que reciba constantemente contenido suena a una ruta directa a la cima. Ahora queda como un sueño guajiro, pero tiene fundamentos y razones para existir. Ojalá.
Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / YouTube / Instagram / Noticias / Discord / Foros / Telegram / WhatsApp
Comentarios
Mejores
Nuevos