Relato de otra víctima más

Diario del Ing. Rodrigo:



22 de Junio del 2009:



Esta es la primera vez que escribo. No quiero morir y que todo lo que he visto quede en el olvido.

Escondido estoy en el sótano una tienda de abarrotes que se encuentra sobre una calle empinada.

Hoy he estado más tranquilo que en días pasados, la ciudad está
totalmente vacía a casi 2 meses del anuncio de la "epidemia". Lo pongo
entre comillas por que en ese entonces nadie se imaginaría del horror
que se desataría semanas después.



El 24 de Abril se anunció por los medios informativos de Telerisa y TV
Maya que todas las escuelas de la ciudad permanecerían cerradas, ufff
que alivo, tenía que hacer un examen para el que no estudié.
Los días
posteriores permanecerieron sin tanta alarma, gripientos por aqui,
casos serios por allá, algunas muertes reales confirmadas por la
Influenza. Muchas personas tomaron las precauciones que se anunciaban
mientras a otras les era indiferente lo que ocurria. Estas últimas
personas fueron las más afectadas cayendo rápido en cama. Supuestamente
era curable ese maldito virus, y asi se creyó durante las primeras
semanas que ya estaba "controlado".



El Gobierno creyó haber erradicado el virus una semana después (6 Mayo)
aplicando vacunas masivas a casi toda la población, por lo que todo
volvía a la normalidad.



EL VIRUS solo estaba durmiendo. Por alguna extraña razón había mutado a
tal grado que era invisible a todas las pruebas realizadas. Según mis
cálculos su periodo de incubación se modificó de los 5-7 días
habituales hasta los 20 días exactos por lo que ya nadie notaba su
existencia. Que Dios se apiade de las almas de esos infelices
ciudadanos.

El 26 de mayo todos los individuos que habían recibido la vacuna
cayeron enfermos. Los hospitales estaban saturados, los enfermos no
duraron más de 3 días con vida. Los anfiteatros estaban llenos por lo
que tuvieron que colocar los cadaveres en lugares abiertos; ¡GRAAAN
ERROR! Maldigo aquien se le haya ocurrido esa idea. El virus empezaba a
quedar suspendido en el medio ambiente pudiendo sobrevivir días lejos
de algún organismo vivo (cosa ilógica para un virus). La cuidad entera
colapsó...



No se si mi paranoia me salvó la vida o solo soy demasiado precavido,
pues desde el inicio de la dizque epidemia yo siempre traje mi mascara
anti-gas.

Hay muchas cosas que prefiero no relatar, el solo hecho de pensar en
ellas me causa un horror indescriptible. El nuevo virus causa un daño
terrible.



Maldicion! Alguien viene!



23 de Junio del 2009:



Aaaarrrgghhh! Estas llagas realmente duelen y no dejo de vomitar mis
propias entrañas. Al respirar siento que inhalo las mismas llamas del
infierno.

Haré un esfuerzo sobrehumano para plasmas lo que vi ayer:

Estando en mi escondite escuché un ruido como de una bicicleta oxidada
y un leve balbuseo del cual no alcanzaba a distingir su significado.
Salí alegrado por que pensé que no estaba solo en esta ciudad. Vi a un
individuo acercandose a mi en una silla de ruedas motorizada (que
motores tan silenciosos) pidiendo ayuda con una voz casi inaudible y
agonizante. Al acercarme noté que su mano estaba desprendidade su
cuerpo y que estaba aferrada al joystick de control de su silla de
ruedas, razón por la cual avanzaba la silla. Quedé horrorizado con la
apariencia de ese pobre ser. Parecía un monton de carne y huesos sin
piel con forma humana. Al querer detenerlo tropecé y esa cosa se
estrelló contra mi, parecia que habia chocado contra una gelatina
viviente. El pobre ser se deshizo embarrandome todo. Me limpié todo el
cuerpo con el agua de los garrafones que sobraban. No tardé muchos
minutos en darme cuenta de lo que había ocurrido. Mi piel se rasgaba
como si fuese papel mojado y no dejo de toser y escupir pedazos de
carne.



Ya no puedo continuar escribiendo... Solo ruego por que alguien lea
esto y se de cuenta que el ser humano es capáz de vivir a las
condiciones mas extremas si realmetne se aferra a la vida.



24 de Junio del 2009:



Oh! Escucho los motores de vehiculos muy pesados. Todo esto lo estoy
escribiendo en tiempo real. Hay muchos soldados revisando los edificios
y por lo que alcanzo a escuchar parece ser que no han encontrado
sobrevivientes desde q iniciaron su búsqueda.



No me queda mucho tiempo de vida, el dolor es insoportable. Esperaré a que me encuentren por que no puedo gritar y.....

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Este relato fué encontrado dentro de un edificio el 24 de Junio del 2009 junto a los restos del que parecía ser su autor.