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Por Ignacio Bugueño V.*
Recuerdo que hace cuatro años atrás Nintendo enviaba invitaciones a la prensa para su presentación en el teatro Kodak, hogar de los premios Oscar no sólo para marcar el retorno de formula del E3 (que había sido modificado a un evento de mucho menor tamaño los años anteriores), sino que también los primeros atisbos de mainstremización de la feria. Las fotos que las agencias compartían ese año no eran pantallazos de juegos ni gráficos espectaculares. Eran fotos de enormes filas, hambrientas de la prometida experiencia Wii, nombre que a todo esto aún no le gustaba a nadie. Por su parte la competencia no se quedaba atrás, Xbox siendo el adelantado que ya tenía exaltados a miles de fanáticos al tiempo que Sony prometía el paraíso a los que supieran esperar.
Hagamos un fast forward y mucho ha pasado, suficiente para una generación se podría argumentar. Sin embargo, más allá del impacto inmediato que causa el evento mediático de mayor envergadura de la industria gamer, lo que realmente nos deja el recién terminado E3, es un sabor a continuidad.
Mientras los tiempos dictan actualización permanente de hardware que deja obsoletos a los dispositivos cada dos años, nuestro mercado busca incesantemente un espacio de estabilidad. Crear una plataforma sostenible que permita consolidar al público: queremos más que nunca compradores leales por sobre impulsivos.
La idea de que Microsoft y Sony se integren al carro de la victoria de Nintendo con los controles de movimiento responde únicamente a la intensión de extender la vida útil de sus consolas y perdurar a sus fieles seguidores. Esto es, porque cada generación ha significado jugar a la silla musical y mover fans de un lado a otro. Todos vimos como Nintendo no quiso jugar más y los dejo pagando a todos cuando empezó a romper records con su cajita blanca.
Por lo tanto la relevancia de este evento no está solamente en juegos y flashes. La real importancia radica en que vemos los primeros pasos de una consolidación de la actual generación. Recordemos como hace un par de años los analistas decían que esta sería la última generación, normalmente no es bueno guiarse por analistas económicos hablando de juegos, pero en la situación actual no parece descabellado esperar que nuestras PS3 y Xbox 360 se mantengan en el living por varios años más.
En términos prácticos, en idioma de juego y consola, de control y jugador, ¿Cómo experimentaremos aquello? Es para responder esa pregunta que tendremos en los próximos días un análisis del E3 2010. ¿Qué juegos rompieron? ¿Qué nos depara el próximo año fiscal? Y más importante aún ¿Qué significa este E3 para los próximos 4 años? Todo eso durante esta semana, en el blog de Tarreo.com
* Ignacio es columnista en la revista Punto Net y escribe para El Cabaret. Contacto: ibugueno[at]tarreo.cl Twitter: @ibugueno
Adultez gamer.
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