Capitulo II
Frío.
El reloj avanza a paso firme, los segundos, minutos y horas se funden en uno solo y el tiempo se escurre entre mis dedos sin que yo pueda hacer nada para evitarlo. Distintos perfiles pasan a alta velocidad, mostrándose a través del monitor, una a una, compara las huellas dactilares de toda chica que cumple con las características necesarias, sin embargo tras varias búsquedas fallidas a nivel local o estatal, se ha tenido que abrir el margen de búsqueda a un nivel ya escala nacional. Lo cual obviamente alarga exponencial mente los tiempos de espera antes de arrojar resultado alguno.
Alex, un viejo amigo de toda la vida se acerca a paso calmado, se le nota bastante cansado debido a sus marcadas ojeras, y ojos bastante rojizos.
-Hola Sam, ¿como estas?
-aparentemente mejor que tu.
-¿bromeas? un muerto esta en mejor estado que yo, no he dormido mucho en los últimos 3 días.
-un caso duro eh?
-es un maldito infierno, los cuerpos de cientos de vagabundos se nos están apilando.
-tienes que estar exagerando.
-quisiera, pero no unos cabrones se la están pasando en grande cargándose a los menos favorecidos.
-¿cuantos van en total?
-hemos encontrado unos 122 en total, y no dudo que hayan mas, pero pues el sistema por lo general se limita a tirar al bote de la basura a estas personas-fastidiado termina la frase-. Deberíamos cambiar de tema, tengo suficiente con estar leyendo informes forenses todo el día, como para ademas platicar de ello en mis ratos “libres”.
-je perdona, tu estas atascado en trabajo, y yo aquí sin hacer prácticamente nada.
-descuida, ya te llegara tu momento- despacio bebe un largo sorbo de café de su termo-. Por cierto has escuchado algo sobre la desaparición de “El Loco” Cervantes .-
-¿Quien?
-seras ignorante, el gran pintor español, la reencarnación de Piccaso. Vamos hace unos meses salio en las noticias por lograr un récord Guiness.
-¡ah claro!, el tipo del cuadro gigante, ¿que pasa con el?- aparentemente mi falta de cultura en esto lo fastidia un poco.
-bueno el caso es que Cervantes, vino aquí hace poco para la exposición de sus mas recientes obras, el problema es que desde ayer nadie sabe de su paradero.
-vaya como es que una “super-estrella” como esa desapareció sin dejar rastro- menciona con cierto tono irónico-, vamos, por lo que vi en la T.V el chavo tiene unos veinte años, seguro que anda de parranda.
-eso espero, por que su exposición es pasado mañana y si no llega la cancelaran.
-enserio eres fan del pintor este ¿verdad?.
-soy fan de la buena pintura.
-desde cuando un montón de cubos es “buena pintura”.- antes de que Alex me soltara un largo monologo de las diferentes facetas del arte plástico, y del como mi percepción sobre el cubismo esta completamente errada, una carpeta beige se interpone a mi mirada, acto reflejo me alejo unos centímetros y posterior-mente busco el rostro de aquella persona que sostiene la carpeta, es una mujer joven de complexión delgada y baja estatura, ademas de un rostro fino e infantil, probablemente de lejana ascendencia asiática.
-hola, tu eres Samuel ¿cierto? Toma, Amanda me dijo que te ayudara a buscar esto.
-oh, muchas gracias, mm perdona creo que no nos conocemos.
-oh claro me llamo Valerie , mucho gusto.
-Mucho gusto Valerie, eh mi nombre ya lo conoces, pero si gustas llamame Sam.
-que onda Vale, ¿a mi no me saludas?-menciona Alex al sentirse ignorado.
-a ti ya te salude hace rato.
Sin mas, abro la carpeta y de golpe me topo con mi pequeño santo Grial. Es el perfil de la chica de cabello rojo, Lilith Romero es su nombre, desaparecida el 17 de octubre del año en curso, domicilio: Kilimanjaro #1786, colonia independencia, al igual que el nombre de sus padres. perfecto, ya tengo algo por donde empezar.
-Valerie muchas gracias, te debo una.-
-¡Invitame un café cuando regreses y estamos a mano!-
-seguro.- Recojo algunas de mis cosas y rápidamente subo a mi vehículo situado en el estacionamiento local.
El recurrido fue corto y sin muchas pausas. Finalmente me estaciono a algunas casas antes de mi objetivo, debido a que la mayor parte de espacios son entradas a diversas cocheras.
A decir verdad es un barrio agradable, céntrico, y bastante tranquilo pese a su ubicación, las casas son grandes, y obviamente costosas, probablemente mas de lo que podría costear.
Tras pocos pasos me encuentro frente a la casa de la familia Romero, un hogar realmente agradable decorado con un mosaico de granito a lo largo y a lo ancho incluyendo las escaleras por cuales termino subiendo y toco la puerta de caoba en varias ocasiones.
Tras unos minutos de espera me abre la puerta una mujer demacrada, con evidente cansancio y fatiga tanto física como mental, en sus ojos se logra percibir una sensación de angustia y dolor. Y en sus manos temblorosas el miedo por un incierto futuro. No tardo mucho en percibir lo obvio que ella es Eva Versallies, la madre Lilith.
-Señora, buenos días, mi nombre Samuel Redón, soy de el departamento de policía.
-¿han encontrado a mi hija?
-eh... ¿puedo pasar?, me gustaría hablar con usted sobre eso.- en ese momento su rostro refleja un agudo dolor en el alma, quizá ya presiente lo que he venido a decirle.
La señora me abre paso a lo cual entro un poco titubeante, justo al frente de la puerta se encuentra una una pequeña sala, situada al rededor de un antiguo televisor, poco mas a la izquierda se encuentra la cocina, y por un pasillo al fondo lo que supongo serán las habitaciones.
-¿Quiere que le traiga algo?- menciona de manera lenta y fatigada, mientras yo tomo asiento.
-no, gracias señora. disculpe, me gustaría hacerle unas preguntas de rutina sobre Lilith- la señora sigue de pie, se limita a asentir con la cabeza.
Comienzo a preguntar detalles básicos, cosas realmente rutinarias, aprendiendo poco a poco atraves de los ojos de su madre, todo lo posible sobre Lilith, en síntesis, era una chica tranquila, sin muchos problemas, aun que en los últimos años se había vuelto reservada, debido sobre todo a un problema amoroso que tuvo recientemente, no termino bien para ninguno de los involucrados. Marcos era el nombre de la pareja de Lilith, según dice Eva, el tipo era todo un fichita. Sin estudios y sin trabajo aparente alcohólico, quizá drogadicto. sin duda el sueño de todo suegro. cuando Jorge Romero, el padre de Lilith, se entera de la relación la cosa no termino bien. Jorge fue a buscar a este pobre diablo y tras varias amenazas y le dio tal golpiza que Marcos termino cerca de un mes el hospital, y poco después salio despavorido de la ciudad temiendo que Jorge lo volviera a usar de costal de boxeo. A Lilith desde luego no le gusto esta conducta en lo mas mínimo, y las relación con su padre se enfriaron bastante.
-ya veo. Después de la desaparición de Lilith han indagado algo sobre Marcos, ¿saben si volvió a la ciudad?
-ayer fui a visitar la zona por donde vivía Marcos, pregunte si alguno de ellos había visto a mi hija o a Marcos. Con mi hija, nadie la había visto, en el caso de Marcos descubrí que desde que se fue, ha estado viviendo en Laredo Texas con su tío, y aparentemente re-inicio sus estudios.
si le sirve de algo, Jorge y yo llevamos unos apuntes sobre los lugares que hemos visitado y lo que hemos descubierto, aun que no es mucho, si gusta le podría dar una copia.
-seria de gran ayuda, muchas gracias.- la señora Eva, me indica con la mano que la siga.
-siguiendo con las preguntas: ¿a que se dedica su hija?
-esta estudiando administración de empresas, va en 4° semestre.
-¿tiene buenas calificaciones?- Eva se muerte ligeramente el labio por un segundo.
-... supongo que si, aun que a decir verdad nunca he visto sus calificaciones.
-entiendo.- pronto llegamos a la habitación del fondo, situada justo al lado de un pequeño patio.
La habitación en si es bastante grande, de paredes azules tapizadas con multitud de fotos familiares, marcando eventos memorables en la vida de esta familia.
Eva pronto se acerca a una pequeña Netbook negra, la cual es abierta sin dilatación, mostrando en su pantalla un extenso documento de texto adornado con perfiles completos de distintas personas, así como su rol en la vida de Lilith.
-mas abajo están las declaraciones de lo que nos han dicho, con algunas anotaciones de lo que nosotros pensamos sobre el sujeto.
-increíble, esta por mucho, mas completo que los informes que solemos hacer los policías.
-¿Tiene memoria?
-diablos, no lo siento ahorita no tengo ninguna con migo.
-y ¿la del celular?
-muy cierto, un segundo.- pronto saco la memoria de mi celular y posteriormente se la entrego a Eva.
-Gracias, es un poco lenta, va a tardar un buen rato en estar lista la información- Eva ríe un poco-. Lilith siempre se quejaba de que no se puede hacer nada en esta computadora, que se trababa cada rato. nos pidió durante un tiempo que le compráramos una nueva. supongo que debimos hacerle caso- algunas lagrimas nostálgicas logran escapar de sus cansados ojos -. disculpe... si gusta esperarme en la sala. ahorita le regreso su memoria.
-de acuerdo.- sin mas palabras salgo de la habitación y me dirijo hacia la sala, detrás de mi, escucho la puerta cerrarse y el susurro de un profundo llanto se filtra por los muros de la casa, mi paso tiembla tarde o temprano le tendré que dar la mala noticia, de hecho debí informarle en cuanto llegue, pero ¿es correcto causarles mas dolor? ¿Matar toda esperanza de hallarla viva? ¿es correcto mantenerlos en la ignorancia?
En mi camino de regreso a la sala noto una puerta a mano derecha, justo al lado de lo que supongo que es el baño. La curiosidad me vence y la abro un poco mas. Es un tanto obvio que pertenece a Lilith, las paredes pintadas de una manera bastante colorida. Vestigios de su recién terminada infancia algunos años atrás, así como el caos que inunda el cuarto: ropa, mochila, útiles, y demás objetos de todo tamaño y forma regados a lo largo y ancho de la habitación. Abro un poco mas la puerta y me decido entrar sin embargo ante de poner un pie adentro me detengo en seco al escuchar los pasos de Eva detrás de mi.
-la información esta lista.- dice Eva mientras se limpia los ojos con un pequeño pañuelo con las iniciales “L.R” grabadas en una esquina.
-oh, gracias- cojo la memoria y la inserto de nuevo en mi celular-. Perdone yo...-
-si cree que encontrara algo en su cuarto, adelante, entre.
-muchas gracias Eva.
No pierdo mas tiempo y entro en la caótica habitación, tratando evitar pisar alguno de los variados objetos regados por doquier. Sin saber exactamente que buscar, levanto cualquier objeto que me parezca de interés, cuadernos, chamarras, nada. Sigo avanzando por el lugar, y noto detrás de uno de los buroes la correa de un bolso negro, pequeño, con cierta elegancia. Sin mas lo tomo y comienzo a revisarlo, de nuevo nada relevante, salvo quizá por el paquete de condones, pero pues Lilith ya no era precisamente una niña pequeña. no hago escándalo sobre el tema y sigo buscando en el bolso, sin embargo algo llama mi atención un pequeño cuaderno francés de color verde. Dejo el bolso a un lado, y abro el cuadernillo, las primeras paginas tienen diversos dibujos sencillos, aparentemente son estrellas y lunas, nada impresionante pero adornan bien el cuaderno, avanzo unas hojas mas y me topo con el primer de muchos poemas escritos de manera pulcra y perfeccionista.
“Primer día, primera hoja
Y aun así ya estoy sola
Primer noche, primer sueño
y mi alma busca su dueño.
Mi dulce sueño blanco,
mis sagrados diamantes
mi pesar les adjudico
y al recuerdo del antes.”
-Es su Diario, lleva uno desde hace 10 años- interrumpe Eva con la voz quebrada.- antes de desaparecer, estuvo buscandolo durante varios días. se me hizo un poco raro, no seria el primero que se le pierde, y usualmente se limita a comprar otro.
Escuche, ya no aguanto mas Detective, han descubierto algo sobre mi hija ¿cierto? Lo vi en su cara desde el momento desde que entró a mi casa- abro mi boca pero no sale sonido alguno, me limito solo a bajar la mirada al suelo.- ¿Lilith esta...?-
-Lo siento.
Un grito desgarrador sale con fuerza del pecho de Eva “NO” reclama al cielo con fuerza, y repite varias veces. su hija ha muerto y un dolor inimaginable recorre cada milímetro de su ser, destruyendo por dentro y por fuera a aquella señora. Se recarga en una de las paredes y lentamente va descendiendo hasta llegar al suelo, sentada en cuclillas sigue llorando con fuerza, pero el volumen de su voz baja hasta convertirse en un susurro inaudible.
Poco a poco me acerco a Eva, y me siento a su lado.
-siento que se entere de esta manera.
-por favor vallase, necesito estar sola un momento- la miro fijamente por un segundo, sin moverme, inmóvil-. Vallase pro favor, no pienso hacer ninguna estupidez... así que por favor retírese. Asiento con la voz, y tras levantarme me dirijo hacia la salida, sin embargo su voz me detiene.
-como fue que murió.- dice en un susurro casi imperceptible.
-aun tratamos de figurar lo.- digo la verdad a medias.
-cuando puedo recoger a mi hija.
-si gusta podría llevarla hoy a recogerla, pero le suplico que nos espere al menos hasta mañana.
-solo quiero verla.
-la llevare entonces. Disculpe, puedo llevarme el diario, quizá nos pueda ayudar a saber con certeza que paso.
Adultez gamer.
por Kingcool {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/34118\/34118_64x64.jpg","nickname":"Kingcool","user_name":"Mario B","user_link":"\/usuario\/Kingcool","posts":3613,"theme":"default","cover":false,"status":true}
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