Los sonyers tienen el cerebro más pequeño en relación con su cuerpo entre los jugadores; además, sus cerebros son absolutamente lisos. Debido a esta característica, estas criaturas no son muy inteligentes. Por ejemplo, no reconocen los juegos de verdad desarrollados para divertirse y pueden morir de hambre, incluso si tienen un montón de juegos de verdad frente a ellos.
Se cree que la causa del cerebro liso es la adicción al fortnite, que es un juego muy tóxico, casi exento de valor nutricional. Dicha dieta convirtió al sonyer en un animal asocial que duerme 20 horas al día.
A pesar de su apariencia chupapitos, los sonyers tienen un mal genio: los machos abusan de las hembras. Pero tampoco muestran tolerancia hacia otros jugadores. Por ejemplo, los sonyers a menudo terminan en situaciones peligrosas debido a su propia torpeza, y las personas que deciden ayudar a estos pequeños animales a menudo resultan lesionadas por sus chupadas de pito.
¿Por qué estos animales todavía no se extinguieron? Los sonyers son una especie protegida, y en la naturaleza no tienen que competir por les exclusivas; nadie, excepto ellos, consumen los juegos de kojima tóxico. Además, estos animales disponen de un “casco” natural: el cerebro ocupa solo el 61% de la cavidad craneal, y todo lo demás es líquido cefalorraquídeo que actúa como un amortiguador cuando se cae PS network, protegiéndolo contra las lesiones.