Como millones de jóvenes, Cody Garreans-Walsh, solía ser ferviente fanático del FPS, Call of Duty: Modern Warfare 3, mismo que rompió cualquier cantidad de récords tras su debut en noviembre pasado.
Desafortunadamente, el joven de 18 años, oriundo de la pequeña comunidad de Jefferson en el estado de Iowa, perdió la vida a comienzos de este mes después de que un incendio se desatara al interior de su casa, dejándolo atrapado en su habitación.
Consciente de su pasión por el mencionado videojuego, la familia decidió conceptualizar el memorial en su honor con motivos de Call of Duty: Modern Warfare 3, empezando por playeras especiales, moños, una caja del juego en el altar e incluso una urna con su nombre, su fecha de nacimiento, deceso y el logotipo del exitoso producto.
Jeremy (su papá) yo y algunos otros nos hicimos tatuajes de Call of Duty, declaró Sandra Garreans, su madre y agregó: No sólo se trata de lamentar su muerte, sino también de recordar los momentos felices, de los cuales tuvo muchos.
Los Garreans-Walsh lo perdieron todo, pero la comunidad los ha cobijado con donaciones en especie y en efectivo, prestándoles un lugar temporal para quedarse y cobijando al pequeño hermano de Cody, quien sufrió graves quemaduras, pero sobrevivió.
Si bien a lo largo del año tuvimos noticias que demostraron el nivel de entusiasmo que los videojuegos despiertan en algunas personas, ésta las supera a todas. Irónicamente, estamos seguros de que Cody hubiese querido ver la sui generis forma en que lo despidieron.
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