Un nuevo estudio buscaría explorar la relación entre la depresión, la ansiedad y un uso tal vez excesivo de los videojuegos. Conducido por Daniel Loton de la Victoria University en Melbourne, Australia, el estudio examina los "resultados escolares, relaciones y salud mental y física" de dos grupos de jugadores: el primero, quienes pasan 21 horas a la semana o menos jugando, y aquellos que sobrepasan este tiempo, considerados en el estudio como jugadores "excesivos".
Este último grupo reportó un índice de 25% más depresión y 15% más estrés y ansiedad que los que juegan menos de 21 horas a la semana. Los jugadores excesivos también presentan una tendencia a utilizar los videojuegos como un mecanismo de evasión para escapar de problemas.
Loton dijo a través de una declaración que los jugadores excesivos han mostrado estrés superior al normal en estudios previos, además de signos de ansiedad y depresión mayores al de grupos de jugadores "casuales". Pero lo alarmante, según Loton, es que "los jugadores excesivos obtuvieron un puntaje superior a la mitad de la medida máxima" de cada uno de los parámetros previos (estrés, ansiedad y depresión), lo cuál "es clínicamente significante."
El estudio no logra determinar la seriedad de los problemas que presenta este grupo de estudio, y tampoco busca evidenciar que los videojuegos sean un factor determinante en sí mismo. Loton de hecho no ha encontrado relación entre jugar videojuegos y ser exitoso en el trabajo o el estudio; lo que sí ha encontrado es que los jugadores excesivos sobrepasan las expectativas académicas que se imponen a sí mismos.
Esta investigación sigue en marcha y más participantes están siendo entrevistados, buscando algunas pistas concluyentes que determinen si los videojuegos excesivos provocan depresión o si jugarlos en exceso sólo es un síntoma de estrés y ansiedad.
[Ilustración de berkozturk.]
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