Sid Meier podrá ser poco reconocido por la mayoría, pero su relevancia se respalda con incontables propuestas de simulación y estrategia que si bien no alcanzan las exorbitantes ventas de lo que ha hecho Will Wright con The Sims o Blizzard con StarCraft, ofrecen una propuesta a estos géneros que cada vez tienen menos exponentes. La virtud de sus franquicias es que a pesar de ser muy profundas y complejas en mecánica de juego, siempre se han mantenido sumamente accesibles y sobre todo, son creadas en base a comentarios e inquietudes de la comunidad.
Como parte de una serie de comentarios en torno a la reinvención de XCOM, el próximo título a lanzarse por parte de Firaxis, el legendario desarrollador revela que ha sucumbido ante el esplendor de las gráficas modernas, y aunque antes disfrutaba desafiar la imaginación de su público con algunos pixeles en 16 colores e ingeniar nuevas formas de plasmar elementos con tan pocos recursos, en la actualidad considera una bendición tener que invertir menos tiempo en hacer demandantes ajustes visuales y en su lugar, refinar la experiencia de juego, enriquecerla con un mejor diseño y presentación más elegante.
Pero aún si los juegos de Meier favorecen la diversión por sobre el despliegue tecnológico, para él es importante elevar el estándar gráfico, pues atrae una audiencia mucho más amplia de lo que hubiera sido posible dos décadas atrás, lo que justifica al agregar: Las gráficas de antaño casi no ayudaban a crear mundos envolventes, eran poco creíbles y por eso, la gente consideraba a los videojuegos cosa de niños. Hoy, los adultos que no se sentían atraídos a este entretenimiento, se acercan por el atractivo visual. La conclusión del creativo es que después de todo, las gráficas han sido el único cambio sustancial en el desarrollo, pues la filosofía de diseño, las prácticas para hacer juegos y el enfoque, permanecen casi intactos.
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