Al igual que la mayoría de las franquicias de Nintendo, Pokémon ha cambiado poco desde que comenzó su trayectoria, aunque según el director Junichi Masuda, esa permanencia hace que se mantenga divertida, pues al igual que un juego de deportes, la mecánica no cambia, tanto así, que se han hecho ajustes a favor de mejorar la experiencia de juego, pero nada que altere la esencia del concepto.
Tiene que haber un balance entre innovación y frescura, y las raíces. Por ejemplo, en un título de deportes jamás se cambiaría la estructura de cómo se juega argumenta el también presidente de Game Freak, poniendo de ejemplo que en el soccer, sólo se mejora la física, se afinan las reglas de ciertas jugadas, además de introducir mayor cantidad de animaciones para que la fluidez de los jugadores en la cancha aparente ser más realista. Así nos sentimos con Pokémon, su mecánica no debe cambiar, sólo lo que está alrededor.
A diferencia de ocasiones previas en las que iniciaba una nueva historia con cada versión del juego, Pokémon Black y White 2 es una secuela que da seguimiento a los eventos de la primera parte, aprovechando para introducir más características en línea y herramientas para convivir con la comunidad; pese a ser prácticamente el mismo juego, ofrece distintas actividades que serán un agradable desvío a la aventura convencional.
Por supuesto, dicha conservación ha tenido resultados positivos, para muestra está que al menos en Japón, se vendieron 1.2 millones de copias de esta nueva versión durante las primeras 24 horas, a pesar de no tener mejoras visuales notables.
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