Rovio arremete contra desarrolladores que usan Kickstarter

La gente de Rovio dice que “la trayectoria al éxito estuvo llena de complicaciones y desafíos” pero nunca a costa de ceder su dignidad, y ahora que se encuentra en una posición privilegiada, el director del estudio, Oskar Burman, considera que incluso tomar el camino fácil “implica fuertes responsabilidades y gran respeto por uno mismo”, argumento que utiliza para arremeter contra algunos desarrolladores que recurren al financiamiento de Kickstarter, comparándolos con animales de circo por las “humillantes recompensas que ofrecen”.

Burman comenzó su campaña de desprestigio contra tres personas en específico: Brenda Brathwaite, Tom Hall y John Romero, triunvirato que apuesta por crear un RPG al estilo de la vieja escuela, y que entre las muchas recompensas que ofrece a sus donadores, está la de entregar el juego en una almohadilla de seda, sobre una alfombra roja, en Disney California, claro, sólo a aquellos que den más de $10,000 USD a la causa.

“La iniciativa de Kickstarter es grandiosa, y estoy seguro de que sin nuestros recursos actuales, hubiéramos considerado su esquema para financiar alguna propuesta, pero una cosa es ofrecer beneficios interesantes para la gente que apoyó más, como contenido especial, o cederles parte de los bocetos originales, y otra muy diferente vender tu dignidad” argumenta Burman, aprovechando para decir explícitamente que “Kickstarter está convirtiendo a los desarrolladores en costosas damas de compañía y animales de circo. Paga suficiente y te llevamos el juego en persona, cocinaremos para ti, seremos tus mejores amigos en la vida”.

Kickstarter ha sido el causante de que proyectos sin aparente oportunidad se levanten y tengan los recursos para hacerse realidad, entre ellos la aventura gráfica de Tim Schafer o el provocativo esquema de OUYA, si bien no todas son historias de éxito, y hay algunos fracasos que por falta de buena publicidad no alcanzaron su meta. Como sea, los dueños de la iniciativa dicen que no son una tienda, y que no se hace responsable por los posibles fraudes, pues cada participante es responsable del proyecto que publica, y cada donador del proyecto que apoya.