En el marco de una entrevista reciente, el nuevo presidente de THQ, Jason Rubin, exaltó el potencial que tienen los estudios bajo la batuta de la distribuidora así como sus respectivos proyectos, pero lamentó que la reputación de la compañía esté tan dañada, sobre todo cuando los juegos que presentaron durante el E3 recibieron muchísima atención e incluso se llevaron algunas nominaciones, teniendo a sus desarrolladores presentes durante el evento para atender a los asistentes personalmente.
¿Cuánta gente llevó Xbox en representación de sus títulos durante su conferencia? Bueno THQ sí los llevó. Todo mundo allá afuera nos está criticando, pero ahí estábamos, codo a codo con los grandes juegos, remarcó Rubin. Y todo mundo dice, ¡Oh, mira, [South Park] Stick of Truth! Lo están esperando con ansia, eso podría ser enorme pero THQ no lo va a lograr. Parece haber una especie de desconexión. Metro [Last Light] recibe nominaciones a mejor juego del evento, pero THQ quizá no sobreviva. Company of Heroes 2 nominaciones, pero THQ no sobrevivirá. La gente ya se acostumbró tanto a la caída que no pueden ver que la situación se puede nivelar. Así que yo estoy aquí para nivelarla y darle la vuelta a la página, concluyó.
A decir verdad, dos de los títulos de THQ que vimos en el E3 ciertamente se antojaban buenos o sobresalientes, como en el caso de Metro: Last Light, pero no se puede culpar a la opinión pública por la perspectiva que tiene de THQ. Después de todo, por años fue una compañía caracterizada por la producción de juegos francamente limitados o licenciados y cuyo aporte era pobre. Eso fue precisamente lo que los condujo a su precaria situación actual, misma que viene deteriorándose desde hace un año aproximadamente. Ahora están dando muestras de cambio, de un nuevo enfoque y eso es bueno, pero habrá que demostrarlo con hechos y tomará tiempo para que la imagen de THQ se reivindique.
Comentarios
Mejores
Nuevos