"No hay razón legal para la que el gobierno no pueda poner impuestos a las compañías que producen juegos violentos." Así se expresó el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una reunión a puerta cerrada sobre la legislación de armas, en la cual participaron 20 representantes religiosos.
El dilema de la violencia en los juegos y la violencia real es tan viejo como los juegos mismos. Numerosos estudios establecen correlaciones entre los títulos violentos y la desensibilización, y entre los videojuegos y la violencia, pero los resultados no logran consenso entre la comunidad científica.
La Asociación Evangelista Billy Graham estuvo presente en la reunión con el vicepresidente Biden, a través de su director general, Franklin Graham, quien argumentó que el gobierno debería considerar la implementación de impuestos a las compañías que produzcan juegos violentos.
En respuesta, Joe Biden esbozó la idea de sujetar a los medios de entretenimiento que expongan violencia a un impuesto especial, y que el dinero obtenido ayude a las víctimas y sus familias, y agregó que no hay restricciones legales para crear dichos impuestos.
El más reciente tiroteo en Estados Unidos se realizó el pasado 10 de mayo, durante una celebración del Día de las Madres, pero hace varios meses, el presidente Obama ya había exigido investigación más profunda en el tema y había encomendado al vicepresidente encontrar una forma de reducir la violencia en el país.
En días anteriores, publicamos una nota sobre EA y su negativa a querer seguir pagando licencias para usar marcas de armas, lo que también abrió el debate de la violencia y los videojuegos.
Esperemos que, de haber un impuesto en Estados Unidos, no repercuta a los mercados internacionales y que no genere un alza en los precios de juegos y consolas.
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