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El nuevo libro de Reggie Fils-Aimé, expresidente de Nintendo of America, ha revelado diversas anécdotas de su paso por la división de la compañía japonesa y algunas de ellas dan cuenta de los errores cometidos en distintos momentos. Uno de ellos fue el Game Boy Micro, consola que sería la última variante del Game Boy Advance, de hecho el último Game Boy para dar paso al Nintendo DS, cuya existencia fue más un capricho por parte de la sede japonesa.
Todos sabían del Game Boy Micro, menos Nintendo of America
En uno de los relatos en el libro Disrupting the Game: From the Bronx to the Top of Nintendo (vía VGC), Reggie Fils-Aimé dedicó un espacio al lanzamiento del Game Boy Micro, consola que si bien resultó una curiosidad por su tamaño, fue un fracaso a nivel comercial y un error por parte de Nintendo Japón. De acuerdo con el expresidente de Nintendo of America, el plan de la división era concentrarse en el lanzamiento e inicio del ciclo del DS, consola que se perfilaba para renovar el juego portátil y que sería un hit en ventas. Sin embargo, de forma repentina, Nintendo Japón notificó a su sede norteamericana de la existencia e inminente lanzamiento del Game Boy Micro, el detalle es que todas las partes de Nintendo lo sabían menos Nintendo of America.
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Reggie piensa que la división en Nintendo condenó al fracaso al Game Boy Micro
Al respecto, Reggie señaló que prácticamente Nintendo of America se vio obligado a lanzar el Game Boy Micro con una estrategia emergente que dividió la atención de lo que venía con el DS, hecho que también dejó ver la falta de comunicación e integración de Nintendo a nivel global: "desde mi punto de vista, el concepto de Game Boy Micro era un retroceso. El hardware era excepcionalmente pequeño, no solo los botones de control eran difíciles de manipular para cualquier adulto de tamaño razonable, sino que también la pantalla era pequeña. Esto iba en contra de las tendencias actuales de la electrónica de consumo de hacer pantallas más grandes. Pero el desarrollo de este hardware había continuado, y nos vimos obligados a lanzarlo cuando deberíamos haber hablado de esto hace mucho tiempo, fue algo que mencioné a ejecutivos de Nintendo. Todos deberíamos haber estado de acuerdo en que este producto sería una distracción para nosotros en nuestro mercado y no lo introduciríamos aquí o lo terminaríamos como un proyecto a nivel mundial. Al trabajar juntos podríamos haber tenido un resultado diferente. Mi punto no era reprenderlos, en ese momento éramos compañeros. Solo quería señalar que estábamos operando separados y esto nos hizo ineficaces en la gestión de proyectos provenientes de Nintendo Japón".
La publicación del libro de Reggie Fils-Aimé ha permitido conocer otras anécdotas, como aquella vez en que peleó con Shigeru Miyamoto por la decisión de incluir o no Wii Sports en cada unidad de Wii o la ocasión en que le aconsejaron no entrar a trabajar en Nintendo. El resto es historia.
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