Las películas basadas en comics o novelas gráficas tienden a estar bajo la mirada crítica de los fanáticos más conocedores y es común escuchar quejas de su falta de fidelidad con el original. Cuando además, se trata de una secuela, las posibilidades de éxito se reducen. Después de saltar a la pantalla grande hace 3 años, Kick-Ass regresa con una segunda película que intenta emular a su predecesora combinando acción, brutalidad y agregando matices de comedia al género de los superhéroes reales.

Casi todo el elenco original está de regreso: Dave (Aaron Taylor-Johnson), en el papel del encapuchado cuyo fanatismo por los comics lo llevó a usar el color verde de Kick-Ass, y que ahora debe lidiar con las consecuencias de sus acciones que han inspirado a decenas de personas a vestir capas y máscaras para ayudar a la comunidad; la actriz Chloë Grace Moretz volverá a lucir el atuendo de Hit-Girl, pero ahora conoceremos más a fondo a Mindy Macready, la chica debajo del antifaz, quien tiene que aprender a vivir con su nueva familia mientras busca encajar en la pesadilla que es la preparatoria.

La historia sigue la presentada por Mark Millar en el cómic original Kick-Ass 2: Ballstothe Wall, y si los has leído, sabrás que el autor no tiene miedo de cruzar la línea de la violencia desenfrenada. Por desgracia, la cinta es un poco menos violenta y aunque grandes cantidades de sangre brotan desde la pantalla, el efecto no es el mismo que el en la primera parte. De hecho, hay veces que parece dudar en mostrar más desmembramientos, aunque sea uno de los atractivos principales y sentimos que nos quedó a deber. Tal vez la razón sea atraer más público y que al salir de la sala la gente no permaneciera asustada después de ver a una adolescente cortar gargantas mientras maldice a todo pulmón.

Una de las sorpresas fue la presencia de Jim Carrey en el papel del coronel Stars and Stripes, un criminal reformado que junto a su canino ayudante, Eisenhower, busca remediar el mal que causó. Para lograrlo, reúne un equipo de superhéroes, claro, rompiendo unos cuantos cráneos en el camino y dando extravagantes aperitivos a su perro guardián. Este personaje, al igual que Big Daddy, interpretado por Nicolas Cage en la primera parte, rompe con todos los papeles anteriores del actor y es posible que varios se lleven una sorpresa; su actuación es buena y posiblemente no lo reconozcan.

La falla principal de Kick-Ass 2 es que el guión intenta abarcar tanto de los personajes, que nunca te conectas totalmente con ellos. Por ejemplo, cuando Hit-Girl no está en pantalla se siente una gran ausencia, pues aunque el director Jeff Wadlow, afirmó que la película es sobre Kick-Ass, la realidad es que el foco central está sobre Hit-Girl, algo lógico si consideramos que la carrera de Chloë Moretz está ascenso y que su personaje en la primera cinta fue un éxito.

Las dosis de acción son escasas y bien logradas en su mayoría, pero hay un giro para presentarnos el drama que se vive bajo la máscara de los protagonistas, lo que reduce el nivel de adrenalina, en particular, el de Hit-Girl. Hay que agregar que aún cuando se pretende que Kick-Ass sea un chico común y corriente, su aspecto de superhéroe de cómic con cuerpo de fisicoculturista, resta credibilidad a la idea de que cualquiera puede ser superhéroe, que es la base del cómic.

Quiero aclarar que la película no es un drama adolescente, pues las escenas de acción son brutales. El villano Chris D’Amico (Christopher Mintz-Plasse) busca vengarse de Kick-Ass cuando lo despojó de su antigua personalidad como Red Mist. Después de un desafortunado accidente y tomar el nombre The Mother-Fucker, el antagonista conforma a su séquito de malvados. Si Kick-Ass fue el primer superhéroe, The Mother-Fucker es el primer súper villano, y todo villano necesita compinches, asesinos y desequilibrados. Entre ellos resalta la poderosa Mother Russia (Olga Kurkulina), quien entrega 2 de las mejores escenas de pelea y cuya locura se ve reflejada a la perfección, todo para culminar en una batalla clásica de buenos contra malos.

La comedia es parte importante y aunque algunos chistes ya no se sienten frescos, la irreverencia de ciertas escenas así como la sátira de los diálogos logran rescatar la película. Es un deleite escuchar las maldiciones de toda clase que acompañan la mayoría de las frases de Hit-Girl. La cinta hace guiños a varios trabajos del autor y trata de recrear a la perfección paneles del cómic original; lo lamentable es que para la versión final cortaron momentos considerados de culto, así que saldrás decepcionado si esperas escuchar el ensamblaje de cierto equipo de superhéroes.

Kick-Ass 2 no logra competir contra su predecesora y queda como la sombra de lo que pudo ser. Las dosis de acción y épicas batallas, así como los personajes te llevan en distintas direcciones, lo que resulta agradable; sin embargo, la falta de ironía, sátira y frescura de alejarse de los clásicos blockbusters de superhéroes, dejarán a los fanáticos de la franquicia esperando un poco más.