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Hace unos años era común encontrar lugares llenos de arcades en los centros comerciales. Eran sitios donde podíamos comprar montones de fichas para pasar una tarde llena de diversión con una enorme variedad de juegos. Los armatostes de estos locales nos transmitían una sensación liberadora más allá de presionar botones o mover una palanca. Íbamos con la intención de pasar un buen rato libre de estrés o, en algunos casos, para tratar de terminar el juego sin morir.
The House of The Dead era una de esas grandes opciones que podíamos disfrutar de ambas formas porque, además de ser un juego que pretendía sorprendernos con mucha violencia y acción, también contaba una historia y nos dejaba tomar decisiones. Tener una poderosa pistola de plástico azul o roja en tus manos y destrozar criaturas sin parar era algo único hace 25 años, una sensación que se quedó en la tumba con la muerte de las arcades. Pensando en eso y tratando de revivir el clásico de SEGA, Mexapixel Studios dio una segunda oportunidad a este título de disparos sobre rieles. Debo confesar que la idea me llenó de emoción y buenos recuerdos, pero cuando jugué The House of The Dead: Remake, mis ganas de seguir jugando fueron muriendo mientras seguía disparando. A continuación, te dejo mis impresiones de The House of The Dead: Remake.
Como te decía al principio, The House of The Dead: Remake narra una historia mientras vuelas cabezas de enemigos y disparas a lo que se mueva. Eso sí, no es la más profunda, pero tiene una narrativa es interesante que no se detiene a contarte a detalle, así que tienes que poner atención a las pequeñas intervenciones para más o menos hilar lo que va ocurriendo. Todo comienza cuando los agentes especiales Thomas Rogan y G salen en busca del Dr. Curien, el clásico científico resentido con la humanidad que tratará de llenar el planeta con todo tipo de monstruos. Ambos acuden a la mansión del científico para detener sus planes, y entonces se dan cuenta de que el lugar está repleto de zombies y otras alimañas. Tu misión, como puedes esperar, es salvar el día.
Honestamente, la historia es lo de menos; te apuesto que una vez que comiences a jugar, será lo último que te interesará. En The House of The Dead: Remake la experiencia de juego es lo más importante. Digamos que la historia es un pretexto para tematizar el juego y justificar la presencia de zombies, pero por momentos es fácil perderse con tantos movimientos de cámara y breves interacciones que no dejan profundizar en ese argumento. No estaría de más dedicarle algunas ilustraciones o una cinemática especial que contara el trasfondo, pero eso no existe en esta versión, así que tendrás que buscar en otro lado si quieres enterarte del trasfondo.
Lo primero que ves al entrar en el juego es el menú con opciones y modos de juego. Desde aquí podemos se nota el esfuerzo por transmitir la sensación de estar en una película de Serie B; ya sabes: una producción de bajo presupuesto y con algo de humor negro. La música que lo acompaña cierra el cliché de cine de terror retro donde todos gritan despavoridos. Me parece que está bien darle ese toque desde los menús, pero también se siente un poco descuidado, como hecho al aventón.
Una vez que asimilas la presentación, hay que elegir el modo. Hay 2 disponibles con algunas opciones a tomar en cuenta. El primero es el original, donde vas avanzado por distintas locaciones mientras sólo te preocupas por disparar. El segundo es Horda, que es prácticamente lo mismo, pero con más enemigos y humanos por salvar. En ambos casos puedes elegir dificultad, que es equivalente a la cantidad de daño que recibes y a lo agresivos que son los enemigos. También puedes cambiar el formato de puntuación; al modificar esta opción verás un conteo combos y también podrás elegir si quieres jugar con el agente G o con Thomas Rogan, un plus que no afecta el desarrollo del juego. Finalmente, podrás decidir si quieres jugar solo, de forma cooperativa o con un amigo.
Después, entrarás de lleno en la acción que se desarrolla en formato de riel; es decir, nada más deberás preocuparte por jalar el gatillo y apuntar, el juego avanzará de forma automática. En algunos casos, podrás disparar a algún botón para elegir el camino o descubrir puertas ocultas y pasar a secciones que pueden cambiar, pero al final regresarás al mismo camino. Encontrar todas las rutas hará un poco distinta la experiencia y también habrá algunos cambios al final; digamos que, de cierto modo, te da la capacidad para elegir.
Ahora pasemos al tema más importante. Cómo se juega The House of The Dead: Remake. Debido a que originalmente se jugaba con una pistola de luz, lo natural es tratar de replicar esta sensación con los Joy-Con. Y sí, se nota el esfuerzo por hacerlo, pero el resultado es caótico. El control del Nintendo Switch detecta el movimiento a partir del giroscopio, así que no es necesario apuntar a un monitor o sensor que lo detecte. En teoría, esto debería ser una ventaja pero la verdad que es su imprecisión hace que la experiencia se vuelva frustrante. Para empezar, es extraño que no puedas jugar con un solo Joy-Con, el juego exige que uses ambos porque hay funciones como cargar balas y cambiar de arma en uno de los controles, mientras que el otro sirve para disparar y apuntar. Al final, sentirás que un Joy-Con es completamente innecesario y pudieron ahorrarnos la necesidad de cargar sacudiendo el control y cambiando de arma con algún otro botón.
Honestamente, me sorprendió lo mal que se siente tratar de dirigir una bala a un objetivo específico, especialmente en la parte baja de la pantalla. Para compensar esto en el menú de opciones hay un montón de ajustes de sensibilidad, y puedes encontrar un punto suave que más o menos se sienta cómodo. Y digo "más o menos" porque hacer esta configuración de por sí te tomará un rato porque tienes que hacer pruebas y de todos modos quedará esa sensación incómoda de hacer las cosas bien y fallar de todos modos. En caso de que eso sea insuficiente, puedes activar mira asistida y recarga automática.
Tuve curiosidad de jugar con el giroscopio en modo portátil y el resultado fue aún peor. Para hacerlo hay que desmontar los controles y dejar la consola fija en una superficie para jugar. Es una lástima que el control tenga tantos problemas si hemos visto mejores resultados en diferentes títulos a lo largo de la librería de Switch donde el sensor de movimiento no es tan indispensable.
La alternativa a esto es jugar con un control tradicional. Si lo prefieres, puedes controlar la mira con el stick izquierdo y disparar con el gatillo o el botón A, pero le resta muchos puntos al juego. Lo recomiendo como última opción o si de plano estás harto de fallar tus disparos con los Joy-Con.
En caso de que superes este problema y decidas continuar, la verdad es que The House of The Dead: Remake es muy entretenido. Avanzar por la mansión y reaccionar a los zombies que te respiran en la cara tiene su encanto. Si lo piensas, se trata de una experiencia de corta duración que intentará hacer que gastes todas tus fichas. Para compensar esto y hacer las cosas un poco más justas puedes continuar al perder todas tus vidas y curarte si encuentras ítems en los niveles o si salvas algunos civiles en aprietos. Adicionalmente, podrás desbloquear un par de armas que te harán la vida más fácil. También podrás jugarlo con un amigo, lo que hará las cosas más divertidas.
Sobre los enemigos también hay mucho que decir. Los zombies son los más comunes; los verás tanto, que por momentos el juego se volverá repetitivo. Afortunadamente, hay otros seres como perros alados, criaturas del pantano, quimeras robóticas, murciélagos y todo tipo de plagas que te atacarán de distintas formas. También hay algunos jefes con diferentes patrones de ataque y puntos débiles que debes aprovechar. Sin duda, los jefes son lo mejor de The House the Dead: Remake. Los movimientos de cámara y su comportamiento hacen que te sumerjas en la acción y trates de seguirle el ritmo a estas bestias.
Otro aspecto que vale la pena mencionar es el apartado gráfico. A primera vista, hay un cambio importante en los modelos, las texturas y la iluminación de esta versión respecto a la original. Todo luce muy diferente, con personajes más realistas y en tonos menos brillantes. Es cierto que ahora algunas cosas se ven mejor; por ejemplo, la piel de algunos personajes, sus fluidos y, sobre todo, la manera en que los enemigos pierden partes de su cuerpo con cada disparo; sin embargo, me da la sensación de estar jugando un título de hace unos 10 años. Es decir, se siente viejo, como si los personajes fueran de plástico y sin expresiones faciales. Es como si el juego original hubiera perdido su encanto por tratar de ser más realista.
Sobre el desempeño del juego, la verdad es que no tuve problemas. Esporádicamente se congelaba por breves instantes, y eso no representó un problema mayor. En el modo portátil ocurrió lo mismo, así que no hay que preocuparse por esto.
Finalmente, me gustaría mencionar los agregados que incluye esta versión. El primero es el modo foto, que permite congelar la acción y capturar algún momento del juego. Ofrece opciones de movimiento y algunos filtros. El otro es el modo galería, donde están los modelos de todos los enemigos con una breve descripción de cada uno. En el mismo lugar hay algunos extras, como las medallas que ganas al cumplir ciertos retos.
A veces hay peores destinos que la muerte
The House of The Dead: Remake tiene el mérito de traer a la vida un género prácticamente extinto en estos tiempos con algunas excepciones como Gal Gun. Su naturaleza arcade sigue ahí para que enciendas la consola y juegues un rato por mera diversión. Tristemente, el control no lo deja brillar y, de hecho, lo entierra de golpe si no estás dispuesto a sufrir por tantas fallas. Creo que, aunque llega a ser divertido y cumple con entregar altas dosis de acción, el resultado es decepcionante. Por otro lado, tiene potencial de mejorar si aumentan el estándar de calidad en una posible secuela. Lo recomiendo solamente si eres un nostálgico de corazón.
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