El multiplayer de Future Soldier es una parte integral, muy bien lograda y entretenida de la experiencia táctica que ofrece este título; por ello, nos complace decir que su primer DLC, Arctic Strike, extiende todavía más la diversión con un valor justo.

El paquete ofrece varios elementos, pero sin duda el más llamativo es Stockade o Empalizada (en español), así llamado porque cuando los jugadores son abatidos, quedan encerrados por un tiempo antes de regresar al juego; es similar a Search and Destroy, hasta para 12 jugadores, donde al morir no se revive inmediatamente, es necesario esperar a que nuestro equipo elimine oponentes. Cada rival muerto significa un aliado que revive, y la única forma de acelerar el proceso es controlando un objetivo predeterminado cuya ubicación cambia conforme avanza el tiempo. Cada equipo cuenta con uno, si se conquista, todos los jugadores de ese equipo que están en “el purgatorio”, –por llamarle de alguna manera– vuelven a la vida en forma de refuerzos. Gana el equipo que logra mandar a todos los adversarios a la empalizada al mismo tiempo.

Sobra decir que se trata de un modo que se apega vehementemente a la filosofía táctica de Future Soldier, donde es poco recomendable andar solo, pues si se presenta un encuentro con el enemigo y quedamos heridos o morimos, no hay alguien que nos asista o que pueda, de inmediato, matar a algún rival para equilibrar las cosas y así poder regresar a la acción lo antes posible. También es vital hacer uso de las herramientas tecnológicas propias de Future Soldier, por ejemplo el drón de reconocimiento aéreo o el sensor, ambos con capacidad para detectar al enemigo, así como los premios que se liberan de vez en vez cuando capturamos un objetivo, como Enemy Intel, que despliega en el mapa el lugar en el que se ubica la resistencia.

Además, este contenido incluye 3 mapas, con los cuales el repertorio total de Future Soldier asciende a 16. Se trata de Skyline, Evicted y Riot. El primero de ellos es el mejor diseñado y el más interesante. Hablamos de una gran azotea repleta de ductos, túneles, paneles solares, corredores y desniveles de todo tipo con mucha verticalidad que se presta para una experiencia rica en posibilidades. Luego viene Riot, extraído de una de las partes finales de la campaña y que es un fragmento de ciudad derruido por protestas y disturbios, con un tranvía atravesado en el centro; se compone de una avenida central, dos más estrechas –una al norte y otra al sur–, una pequeña plaza a desnivel en el sureste y un corredor comercial al norte. Se trata claramente de un escenario que enfatiza el combate urbano, donde carros, columnas, jardineras y otros elementos callejeros sirven como cobertura. Y finalmente tenemos Evicted, otro mapa urbano, pero de corte más habitacional. Se trata de una unidad con muchos callejones, rodeada por parques, pequeños almacenes, talleres, zonas de carga e instalaciones eléctricas. Hay algunos corredores dentro de los edificios que también se prestan para la acción cuerpo a cuerpo, pero en general hablamos de deambular en torno a los apartamentos y saltar de cobertura en cobertura.

Los tres mapas están excelentemente detallados, nuestra única queja es que son más grandes que la mayoría, y al menos en el caso concreto de Stockade, vagamos por mucho tiempo antes de toparnos con los enemigos, lo que aunado al hecho de que hay que esperar luego de morir, puede ser un poco aburrido.