Concebido como un contenido descargable autónomo, First Light es un producto conveniente: quienes no jugaron Second Son pueden probar la experiencia inFAMOUS y, si les agrada, adquirir el juego principal; para los veteranos, se trata de un complemento para profundizar la aventura original. Ambas aproximaciones precisan, más que una extensión, una experiencia completa e independiente. En este sentido, este primer DLC cumple cabalmente con el cometido e, incluso, supera al juego principal en varios aspectos.

La estructura argumental del título presenta los hechos por medio de una restrospectiva. A su vez, el presente del juego está ubicado poco tiempo antes de los eventos de inFAMOUS: Second Son. El protagonista de First Light es una chica que conocimos en el título original: Abigail “Fetch” Walker, un conductor con poderes de neón. Si recuerdan la reseña original, esta habilidad fue mi preferida, ya que permite un desplazamiento rápido y un estilo de combate eficaz.

Desplazarse por la ciudad es emocionante, veloz y agradable.

En la forma de transporte radica el núcleo de cualquier juego de mundo abierto; si es aburrida, nadie querrá recorrerlo. Sucker Punch acertó al elegir el neón como protagonista en First Light. No sólo es el poder más divertido de utilizar, sino que es el que tiene el desplazamiento más placentero. El cambio de enfoque produjo cambios interesantes en el diseño del mundo. El más destacado son unos cúmulos de neón desperdigados por toda la ciudad. Cuando Fetch pase por uno de ellos mientras emplea su habilidad de movimiento rápido, se acelerará. Tomar estos puntos de forma consecutiva es satisfactorio, divertido y necesario para obtener lumens, el equivalente a los fragmentos de poder de Second Son que usabas para mejorar tus habilidades.

El cambio, en apariencia superficial, significa un ritmo distinto de juego. Desplazarse por la ciudad es emocionante, veloz y agradable. No hay puntos muertos en la acción ni el combate. Al enfocar todo el título en una sola rama de poderes, los enfrentamientos son más divertidos. Eso sí: no esperen librarse de la monotonía del título original, pues incluso aquí se enfrentarán una y otra vez contra los mismos tipos de enemigos y el diseño de niveles añadirá poquísima variación. La monotonía en las misiones tampoco se solucionó: prácticamente todas se reducen a perseguir o buscar un objetivo, a enfrentamientos y a secciones de “francotirador”. Lo anterior no es negativo, pero en un mundo abierto habla mucho sobre las limitaciones de su construcción y sobre su escasa profundidad.

Incluso cuando el juego intenta probar mecánicas nuevas reluce lo opaco de su mundo. Por ejemplo, en cierta misión tu labor es producir un alboroto en la ciudad; desgracidamente, lo único que puedes hacer para conseguirlo es dispararle a los vehículos, atacar a la gente y… ya. El mundo es estéril incluso cuando intentas provocar el caos. Por fortuna, en cierta medida lo anterior es contrarrestado por lo divertido que es moverse de un lado a otro a toda velocidad. El ritmo de First Light, por lo anterior, es frenético aunque conserva la misma estructura de Second Son. La ciudad sigue dividida en sectores con grados de control cuyo porcentaje puedes disputar al realizar acciones como pintar grafitis de neón, derribar drones, eliminar enemigos y rescatar rehenes de la delincuencia organizada.

Otro aspecto que aplaudo es que removieran el medidor de moralidad —un recurso anticuado e incómodo. El desarrollo de la trama del título es más escueto y menos espectacular. Personalmente, no sentí que hubiera un clímax como en Second Son, pero la aventura fue entretenida. La narración transcurre entre retrospectivas y vistazos al presente, donde Fetch practica en la prisión/campo de entrenamiento del D.U.P.

En adición a lo anterior, el título incluye un modo arena con formato arcade en el que podrán probar sus habilidades en distintos desafíos. Si jugaron Second Son (no necesitan tener el juego; basta con tener un archivo de guardado de él) podrán elegir también a Delsin con sus poderes y habilidades para esta modalidad. La arena está divida en distintos escenarios: Alpha, Beta y Gamma. En los primeros 2 podrán elegir entre Rescue y Survival, mientras que el último sólo está diseñado para Survival.

Rescue consiste básicamente en salvar rehenes que son atacados. Tendrás un límite de víctimas que puedes perder antes de que la partida termine. La dinámica de Survival, en contraste, es destruir oponentes tan rápido como puedas para no perder el multiplicador de puntos y sobrevivir múltiples oleadas de enemigos. Ambos modos de juego están diseñados para que busques amasar la cantidad más grande de puntos que puedas. Hay una tabla en la que puedes comparar tu marcador con el de gente de todo el mundo. Agradezco la adición, aunque el combate de inFAMOUS no es precisamente destacado. Sin embargo, para quienes prefieran la exploración y recorrer la ciudad, hay una opción para poder hacerlo aunque hayan terminado el juego. Esto les permitirá regresar y terminar misiones pendientes.

En el apartado musical y gráfico no esperen mucha diferencia con respecto a la experiencia original salvo la adición de varias canciones de bandas locales de Seattle. Hay una opción para bloquear los cuadros por segundo a 30, pero luego de hacer pruebas no percibí mejoras gráficas al hacerlo. Dicho lo anterior, no noté una gran diferencia al quitar la restricción. Recomendaría dejarlo limitado a 30 fps para evitar problemas de rendimiento en batallas ajetreadas.

First Light es una fantástica introducción para los indecisos que busquen acercarse a la franquicia y los fans de todas formas apreciarán esta nueva aventura. En términos de contenido tal vez no sean más que unas 4 o 5 horas, pero los desafíos de la arena extenderán la experiencia para los competitivos obsesionados con marcadores. Éste es uno de esos raros casos en los que al disminuir características la experiencia resultante es más entretenida y dinámica en comparación al juego original.

El neón frenético de inFAMOUS: First Light