Después de viajar 14,147 kilómetros desde Hong Kong, al fin pude jugar Dead or Alive Xtreme 3 en PlayStation 4. Apenas me lo enviaron, mi expectativa comenzó a morir, streams en Twitch y YouTube hablaban de lo que imaginaba: éste sería un Dead or Alive inferior... tal vez, el peor de la serie.

Como sabes, Dead or Alive Xtreme es un spin-off de la franquicia de peleas Dead or Alive, donde las peleadoras ponen pausa a sus conflictos en el ring para enfrentarse en la cancha de voleibol en una isla paradisiaca. El título no es propiamente de deportes ni tampoco es un simulador de citas; de hecho, el objetivo final es poco claro, pero para muchos es coleccionar objetos y trajes de baño a través de juegos e interacción social.

Tus vacaciones en New Zack Island comienzan una vez que eliges a una de las chicas y tienes 2 semanas para hacer las actividades que quieras. Los días se dividen en mañana, medio día, tarde y noche, y durante los 3 primeros puedes jugar voleibol, relajarte, escalar las rocas o entrar en la alberca para participar en una guerra de traseros. Durante la noche puedes ir al casino y usar el dinero que obtuviste en las otras actividades para apostar en el black jack, la ruleta o el poker. El dinero lo utilizas para comprar objetos y trajes de baño que puedes conservar o regalar a las chicas con las que no estás jugando, pues éstos son exclusivos de cada personaje, por lo que regalar es la única forma de obtenerlos todos.

Guerra de traseros

En esta entrega se agregó el modo Dueño, que funciona parecido al Chicas: puedes comprar y dar regalos, pero sólo observas las actividades. Así es, simplemente eliges la actividad y ves cómo se desarrolla y, si quieres, puedes tomar fotos. Esto también te recompensa económicamente y el dinero que obtienes es independiente a la peleadora con la que estás jugando porque el objetivo es que todas las vacacionistas la pasen bien recibiendo regalos. Una ventaja de este modo es que el inventario se mantiene para partidas posteriores, por lo que puedes almacenar trajes de baño que de otra manera son inaccesibles y regalarlos después a las chicas.

Otra novedad es el sistema de retos que te sugiere actividades, ya sea en modo Chica o Dueño, y te recompensa con dinero y con puntos de experiencia con los que desbloqueas objetos y funciones del juego. La cantidad de objetivos completados durante las 2 semanas te da una calificación y mientras más alta sea, mayor será la recompensa en experiencia y dinero para el modo Dueño. Este sistema de progresión es mucho más sencillo que el críptico e ilógico sistema de las entregas previas, sin embargo, a la larga es limitante porque resta libertad a la experiencia, y eso es contradictorio si piensas que se trata de un título cuya premisa es vacacionar.

Después del gran resultado que fue la quinta entrega de la serie principal, todos esperábamos que Team Ninja sin Tomobu Itagaki de nuevo evolucionara el concepto original y superara a su creador, sin embargo, es todo lo contrario: el juego carece de contenido y características que hacían la experiencia más disfrutable.

En esta entrega no aparecen personajes emblemáticos como Tina Amstrong, Leifang o Christie; la distribución de menús y actividades es anticuado y tedioso; no hay multijugador local ni en línea ni la opción de jet ski. Es cierto que la serie nunca ha sido buena; los juegos son mediocres, pero entretenidos, aunque con un gran atractivo: chicas en bikini. Sin embargo, un juego no puede sostenerse simplemente sobre eso; cualquier título necesita balance entre esfuerzo y recompensa, pero sobre todo, variedad.

La experiencia, en Dead or Alive Xtreme 3: Fortune, se vuelve tediosa rápidamente, pues no parece haber grandes variables, las tareas se repiten una y otra vez sin importar con cuál personaje juegues o en cuál escenario estés. La calidad de la presentación es pésima, recicla elementos de generaciones pasadas indiscriminadamente y, en el apartado gráfico, tanto la iluminación como las texturas se ven avejentadas y de poca calidad. La música también es tediosa rápidamente y el juego no te permite utilizar Spotify, así que difícilmente podrás disfrutar esta entrega durante periodos prolongados si no eres un fanático empedernido de la saga.

Dead or Alive Xtreme 3 es la peor entrega de una serie que, de por sí, nunca ha sido buena. Sus valores de producción son bajísimos y los añadidos resultan insuficientes y superficiales. El juego sencillamente no vale la pena... aunque seas fan de Dead or Alive.