Siguiendo la ruta de Braid, Lucidity es un juego de bellísimas acuarelas protagonizado por
la adorable Sofi, una niña que
morirá una y otra, y otra vez.

Tú controlas el camino de Sofi en sus
sueños, que siempre se dirige muy lentamente, a la derecha, en línea recta.
Controlas su camino porque pones varios elementos en su camino para ayudarla
a llegar al final de cada nivel, y este es el error más grave del juego, es una
laaaarga misión de escolta, de esas que amas en los juegos.

Lucidity es como jugar Lemmings
cruzado con Tetris. Recibes los
elementos para ayudar a Sofi a avanzar de forma fortuita, cuando te salen los objetos necesarios, el juego es una belleza y avanzas de maravilla, por otro
lado, cuando no te sale la pieza adecuada, no puedes hacer nada para evitar que
Sofi tropiece, falle en el objetivo al que querías llegar o simplemente, te
encargas de que no llegue a la pubertad.

Claro, podrías poner las piezas a lo loco
para esperar a que te salga la que necesitas, igual que en Tetris, el problema es que tienes el tiempo medido, así que no te conviene
esperar a que salga lo que necesitas; el juego no te perdona nada, de modo que debes tener mucha paciencia para morir varias veces y aún así querer avanzar en el juego.
Lo poco que te ames será la mayor recompensa que tendrás, pues a
mayor dolor y desesperación, más oportunidades de avanzar.

Lucidity pudo ser una idea interesante en una junta de diseño, pero la dificultad que tiene y lo
sádico del sistema de juego, no te permitirá disfrutarlo mucho
tiempo. Claro, a menos que ser el esclavo de alguien sea lo tuyo.