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Este año ha sido muy discreto para Madden NFL. EA concentró buena parte de la atención en el lado competitivo del juego durante E3 y, de no ser por uno que otro video, el título de futbol americano hubiera pasado completamente desapercibido a menos que fueras el más ávido y entusiasta de los fanáticos. ¿Significa eso que Madden NFL 17 no innovó en lo absoluto? No, el juego sí cambió aunque las modificaciones van encaminadas a dar más profundidad en vez de cambios más obvios, lo cual puede resultar desalentador para los críticos más vocales de las entregas anuales, pero será apreciado por los puristas del emparrillado.
Por si viviste en una cueva los últimos 10 años o estuviste en coma 12 meses, vale la pena acotar que la fórmula esencial de Madden NFL permanece intacta para esta revisión: se trata de un juego de futbol americano que procura replicar cada faceta de dicha disciplina con un delicado balance entre simulación y entretenimiento, aunque inclinándose cada vez más por lo primero. Así las cosas, es posible tomar parte en un encuentro amistoso aislado, llevar las riendas de una franquicia desde el rol del dueño, el coach o un futbolista, batirse en un duelo online con otro jugador, entrenar diversas habilidades o sumergirse en modalidades híbridas como Draft Chapions o Ultimate Team. Es decir, como experiencia, Madden NFL 17 es el paquete de futbol americano poligonal por excelencia —o cuando menos, el más completo en existencia—.
Las modificaciones van encaminadas a entregar más profundidad en vez de verdadera innovación
¿Qué es nuevo? Bueno, para nuestro gusto, lo más destacado está en 2 lugares: el modo franquicia y las mecánicas sobre el terreno de juego. El modo franquicia, por si no lo conoces, constituye el pan y la mantequilla de Madden; vaya, es el modo carrera. Y este año, EA Tiburon continuó esforzándose por encontrar el balance entre profundidad y claridad.
Hace algunos años agregaron un progresión con tintes RPG para dar cauce a las actividades y que no solamente fuera jugar partidos y partidos; después engrosaron los rituales de preparación previo a los encuentros para que también tuvieran sentido, y esta vez consolidaron las actividades fuera del emparrillado para hacerlas todavía más directas y significativas. Hasta 2016, por ejemplo, todo el proceso de entrenamiento que antecedía un cotejo giraba en torno a la administración del tiempo, es decir, sacar el máximo provecho de las horas disponibles entre un partido y otro de la campaña. Así las cosas, sólo podías asignar tiempo de práctica a ciertas unidades del equipo y concentrarte en aspectos muy puntuales, como la confianza o la experiencia, uno de los cuales tenía efectos a corto plazo y el otro, a largo.
Suponemos que EA Tiburon encontró todo aquello un poco… abstracto y lo cambió por algo que, desde nuestra perspectiva, tiene más sentido: planes de juego. En otras palabras, la preparación entre partidos se centra en anticipar lo que el siguiente rival te va a presentar y entrenar para ello. De este modo, entre fechas de la temporada, Madden te dice cuáles son las tendencias que tiene tu próximo oponente y te pone a entrenar para ello y, durante el juego, tu equipo recibe un boost al ejecutar las maniobras que ensayaste “en la semana” —lo pongo entre comillas porque, en realidad, la semana son como 10 minutos—. Entendemos “boost” como mayor efectividad, aunque el sistema no es precisamente claro al respecto. Dejando ese detalle de lado, esta nueva aproximación al entrenamiento resulta más atractiva y sigue abonando a una “temporada” con más sentido de logro y menos de pura repetición.
Otra novedad en el modo franquicia son las decisiones, de hecho, ni bien seleccionas esta modalidad, tu entrenador debe ponerse una meta para la temporada y la recompensa en experiencia es proporcional a las ambiciones del coach, pero también la probabilidad de que lo corran. Si te pones un objetivo inalcanzable y, contra todo pronóstico, lo completas, recibirás una jugosa paga, pero si fallas, puede que te corran. Las decisiones van más allá de lo explícito, como autoasignarse retos o decidir si un jugador lesionado está en condiciones de regresar a la acción.
Tareas como renovar contratos, reclutar talento vía intercambios con otros equipos, hacer scouting para el siguiente draft e incluso promover jugadores de la escuadra de prácticas al primer equipo, están ahora bajo un control más evidente y se presentan de un modo intuitivo y seductor, en vez de ser solamente simples tablas verticales, acompañadas de letras. Es más, ahora puedes personalizar a cualquier jugador de tu equipo, desde la apariencia hasta los ratings, lo cual dejará satisfechos a los más clavados fans de la NFL, quienes consideren que sus héroes del emparrillado están siendo menospreciados o sobrevaluados. Insisto: el modo franquicia no fue revolucionado, pero se hizo mucho más jugoso.
Ahora bien, una vez que ya estuviste 245 horas administrando y preparando al equipo, saltas a la cancha. Antes de ahondar en cambios a los controles, es importante mencionar que existe, en el modo franquicia, una herramienta para acelerar los partidos que considero una de las mejoras más notorias y útiles que ha recibido en la memoria reciente porque, reconozcámoslo, después de un tiempo —sobre todo cuando termina la campaña regular en la televisión—, seguir avanzando las temporadas puede tornarse engorroso, cuando cada partido dura al menos media hora pero esta nueva función diluye un poco la inversión de tiempo y hace las cosas más dinámicas. ¿Cómo es esto diferente de una vil simulación? Lo es debido a que puedes frenar el sistema en cualquier momento para tomar la rienda del equipo; para asumir el mando de la ofensiva únicamente; de la defensiva; o solamente en situaciones clave como terceras oportunidades, series en zona roja, etcétera. La estructura es tan flexible como lo desees y definitivamente hace un favor a la franquicia.
Así llegamos al punto donde pones el control entre tus manos. Las novedades más importantes de mecánicas radican en el sistema de acarreo de balón y las patadas, tanto de despeje como de goles de campo. No me aventuraría a decir con absoluta seguridad que añadieron animaciones a Madden NFL 17, pero lo cierto es que el trámite de los encuentros se percibe más fluido y ello beneficia claramente al acarreo de balón. Los mandos no cambiaron demasiado, es decir B o círculo son el giro de 360°, el stick derecho sirve para hacer cortes laterales, Y o triángulo te permite brincar a un oponente como si fuera una valla y X o cuadro equivalen a arrojarse hacia el frente; ahora, si oprimes el gatillo izquierdo en conjunto con estos botones, dichas acciones son más inmediatas. En otras palabras, correr con el balón es una acción más responsiva lo cual, en un juego de futbol americano, siempre es digno de resaltar.
Otro aspecto importante es el duelo de tacleo o Tackle Battles, quizá una de las mecánicas más gratificantes y frescas de Madden NFL 17. El duelo de tacleo es algo muy intuitivo: cuando chocas de frente con un oponente, aparece el ícono de un botón sobre tu jugador y si lo aprietas inmediatamente, puedes superar a tu rival para continuar con tu escapada o, por el contrario, derribar al jugador del otro equipo. Funciona de la misma manera que el stick derecho cuando estás por caer al piso y lo bajas para poner el brazo en el suelo, y es satisfactorio cuando lo ejecutas con precisión.
El duelo de tacleo es algo muy intuitivo
Como mencioné líneas arriba, las patadas también recibieron atención, pero no todo fue de nuestro agrado. Los goles de campo, por ejemplo, dejaron atrás el intuitivo sistema por gestos donde movías el stick derecho hacia abajo y hacia arriba para patear, en una mecánica que me parecía lo más parecido a golpear un balón real y, en su lugar implementaron una barra de poder que se percibe algo anticuada y rígida, donde debes apretar A o tache para activar una barra de potencia y volver a oprimir el mismo botón para asignar la dirección. Tan retro es este sistema que EA Canada lo desechó para los penales en esta edición de FIFA y favoreció algo más intuitivo como simplemente mover el bendito stick hacia adelante. En fin, esto no arruina el juego, pero definitivamente es un detalle que nos desagradó.
Lo mismo aplica a las patadas de despeje aunque ahora también te dan la opción para patear con efecto y dejar la bola muerta cuando caiga; la de efectuar una patada colgada para dar tiempo a tu equipo de llegar a quien va a regresar la patada a expensas de la distancia; o la de patear con normalidad. Eso de patear buscando un rebote favorable es algo que hacía falta definitivamente.
Y, del lado defensivo de las patadas, existe la “libertad” para bloquear. Decimos “libertad” porque en todos nuestros partidos de Madden NFL 17 —y no fueron pocos—, jamás pudimos tapar una patada de despeje o gol de campo lejos del pabellón de prácticas. La clave está en adivinar el conteo, pero ello es una apuesta arriesgada cuando estás en 4ª y 5ª, por ejemplo, e incluso si lo logras, los equipos especiales del oponente te frenan lo suficiente para impedir que llegues al pateador a tiempo. Evidentemente, las sesiones de reseña jamás son tan extensas como las que pasarás con el juego si lo compras, así que cabe la posibilidad de que, con más días de práctica, logres dominar esto y termines pensando algo como: “no, Rodrigo, bloquear patadas es facilísimo”, pero por ahora, se percibe como una novedad que realmente no puedes explotar.
En la modalidad de entrenamiento o Skills Trainer figuran como novedad también, nuevos tutoriales, por ejemplo Man Blitz, Zone Blitz o Gaps, todo ellos, conceptos que podías ejecutar dentro del juego desde hace siglos, pero que no solían estar incluidos en el menú de entrenamientos del Skills Trainer. Y, en paralelo, permanece el modo arcade Gauntlet, cuya estructura con vidas limitadas y por oleadas me pareció virtualmente idéntica a la del año pasado.
Y ya que hablamos de “virtual”, es momento de hacer escala en la presentación que sufrió algunas modificaciones pero nada del otro mundo. Sospechamos que hubo una mejora discreta de modelos e iluminación y decimos “sospechamos” porque incluso jugando Madden NFL 16 y Madden NFL 17, uno tras otro, resulta difícil distinguirla. Lo que sí cambió fue el equipo de cronistas, antes conformado por Phil Simms y Jim Nantz, y reemplazado por la dupla de Brandon Gaudin y Charles Davis. Si lo tuyo no es el inglés —y no estás obligado a dominarlo bajo ninguna circunstancia—, entonces el cambio se sentirá intrascendente. Si, por el contrario, entiendes los comentarios, quizá percibas el nuevo audio como más juvenil, aunque siempre hemos pensado que a la narración de futbol americano en inglés le falta la pasión que los cronistas latinos inyectan a FIFA, por ejemplo. Durante gamescom, sin embargo, EA nos confirmó que no hay planes de revivir el comentario en español para Madden, y mientras eso no ocurra, la verdad es que no vemos algo genuinamente valioso o trascendente en los cambios de narradores para efectos del mercado latino. De hecho, nos atreveríamos a decir que cuando cambian al equipo de cronistas, sale a la superficie el olvido al mercado hispano que, por lo menos en México, es enorme. Ahora bien, en cuanto al fondo de las líneas de diálogo, Gaudin y Davis hacen observaciones acertadas, pero no es como si Simms y Nantz hubieran dicho puros disparates en años pasados.
Otro ajuste visual es la inclusión de la barra de resultados en la parte inferior de la pantalla durante los partidos para que sepas qué ocurre alrededor de la liga mientras estás concentrado en lo tuyo. Es un buen detalle para efectos de realismo, pero también contribuye a la sensación de tener una pantalla saturada e incluso a distraerse con tantos elementos gráficos en pantalla. Otro elemento que cambió es la presentación televisiva como tal. Además de los narradores, la dirección de arte, las cortinillas y demás elementos estéticos cambiaron para imponer un nuevo estilo inspirado por la idea de las “pantallas”. Es decir, la cinemática de introducción al partido ahora muestra decenas de pantallas superpuestas y en movimiento como para acentuar la sensación de espectacularidad y relevancia del Sunday Football. No es algo que te deje boquiabierto, pero se agrace cuando recuerdas que entre Madden NFL 15 y Madden NFL 16, todos estos elementos fueron reciclados. ¿El precio a pagar por profundidad y presentación? Las pantallas de carga. Ésta es nuestra eterna queja con el juego y año con año, permanece desatendida. Madden NFL 17 tiene pantallas de carga abundantes y un poco largas que, para tratarse de un juego con tantas transiciones entre modos y que pide que juegues tantos partidos, resultan molestas con el tiempo.
Volviendo al tema del mercado hispano y la presentación, encontramos decepcionante la omisión del Estadio Azteca para la serie internacional que se efectuará a mediados de noviembre y hará escala en México durante 3 temporadas. Mucha gente cuestiona las entregas deportivas anuales e incluir dicha sede era la oportunidad perfecta para callar bocas, pues significaría incluir nuevos aspectos importantes, como un nuevo estadio en Latinoamérica, pero Sean Graddy, productor ejecutivo, señaló en gamescom que no tienen los derechos aún. Sin importar el motivo, eso resulta triste para los fans latinos.
En lo concerniente a Madden Ultimate Team, el cambio más significativo es que EA Tiburon cambió el concepto de Estilo por el de Química. Antes, al armar un equipo, podías mejorar su funcionamiento si todos en él compartían un mismo estilo de juego que hubieras seleccionado, ya fuera pases cortos, pases largos, presión al pasador, acarreos por el centro, defensiva de zona, etcétera. En la medida que más jugadores tuvieran el mismo estilo, incrementaría su valor de Estilo como equipo, aunque no quedaba muy claro el impacto de dicho incremento en sus estadísticas personales. Para Madden NFL 17 ya no puedes seleccionar el estilo como tal sino que, una vez que tengas una cantidad específica de jugadores que compartan un tipo de química (ofensiva balanceada, defensiva balanceada, defensa base contra la carrera, ofensiva de pase, defensiva contra el pase, etcétera), éste se activará e incrementará atributos claramente designados en las tablas de habilidades y con la libertad de estibar químicas diferentes, así como sus respectivas mejoras al mismo tiempo. En esencia, es lo mismo porque al final del día, necesitas jugadores que se acoplen con tu filosofía de juego pero, bajo este modelo, las mejoras son más claras y eso es un acierto. Para cerrar, está Draft Champions que permanece prácticamente idéntico al año pasado, incluso con adiciones tardías como la configuración rankeada.
Decir que Madden NFL 17 es simplemente un reciclaje más de la franquicia no le hace justicia. No es, por otro lado, una entrega revolucionaria, sino que pule detalles de una experiencia ya de por sí redonda. Vaya, Madden NFL 17 es como los New England Patriots: un equipo que siempre gana, pero eso no es sorprendente ni precisamente fresco. Consideramos que el apartado visual es un área de oportunidad (¿alguien dijo Frostbite?), la presentación enfocada en el mercado latinoamericano lo es también; el rendimiento del juego (pantallas de carga) y nuevas opciones de juego que atraigan fanáticos recién llegados, puesto que, en su estado actual, Madden NFL es cada vez más un título inaccesible.
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