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Llegamos nuevamente a esa época del año donde los fans del futbol cambian las camisetas —o remeras— de sus clubes favoritos por las de sus juegos predilectos, y se arma la batalla campal sobre la cancha virtual. Y éste… éste es un año especial porque PES 2016 estuvo realmente cerca de revivir viejos días de gloria y recuperar la corona. Sobra decir entonces que para PES 2017, la expectativa es mayúscula y sí… el simulador mejoró sobre el césped —todavía no es perfecto, pero mejoró—; sin embargo, empeoró en detalles importantes que, fiel a la costumbre, serán propensos a la polémica. ¿Qué será, entonces: campeonato o un momento al estilo Cruz Azul?
Primero, lo primero: describir PES 2017 por si has vivido en una cueva por 20 años o eres nuevo en esto de los videojuegos. PES 2017 es un juego de balompié que busca recrear la variedad de perspectivas implícita en la vida futbolística, desde la del técnico, hasta la del jugador individual, pasando por la colectiva y la social, donde compites o colaboras con otros usuarios. Se percibe, desde este frente, cierto conformismo. El más reciente aporte de PES Productions a las modalidades fue myClub que, para ser honestos, no reinventó la rueda bajo ningún estándar y, aunque este año dicha alternativa incorpora mejoras —en las que ahondaremos más adelante—, no hay algo verdaderamente revolucionario en la manera como experimentas el futbol dentro de PES 2017, es decir, en los modos. De hecho, el siempre incómodo pero siempre presente tema de las licencias le propinó un serio revés a la variedad.
CAMISETAS ORIGINALES O RÉPLICAS
Así las cosas tienes tu partido amistoso clásico, ya sea local o conectado; las divisiones en línea, el vestíbulo de juego en equipo (abandonado, por cierto), la UEFA Champions League, la UEFA Europa League, la AFC Champions League, campeonatos online, el ya mencionado myClub, la Liga Máster y Ser Una Leyenda, además de 16 ligas, entre primeras divisiones y segundas divisiones, de las cuales 4 son oficiales y el resto imitaciones. Si notaste algunas ausencias, es porque las hay. Todos los certámenes continentales sudamericanos licenciados desaparecieron y no sólo eso, sino también algunas licencias de ligas importantes, como la española, cuya recreación tuvo que prescindir de ciertos emblemas, así como nombres reales. El equipo de nuestros amores: Manchester United, que había estado presente de manera oficial a lo largo de los últimos años, tampoco regresó a PES 2017, donde ahora porta el pseudónimo de Man Red. ¿Real Madrid? ¡Noup! ¿Oporto? Ausente. ¿México? Sólo el nombre, pero no la plantilla real. ¿Chile? La plantilla real, pero uniforme genérico. Y la lista sigue. Para compensar, está el Brasileirão. Un acierto, por supuesto, pero no suficiente para maquillar la hemorragia de equipos de clase mundial.
Desaparecieron todos los certámenes continentales sudamericanos licenciados
El debate sobre la importancia de las licencias difícilmente encontrará respuesta definitiva, pero desde nuestra perspectiva, su omisión pasa por defecto y es importante porque para ser plenamente inmersivo, el género de simulación deportiva requiere autenticidad. Si Pro Evolution Soccer manejara la filosofía de Mario Strikers, la discusión sería innecesaria pero no es el caso. Parte de la magia de un simulador de futbol soccer, baloncesto, futbol americano o cualquier deporte profesional, está en vivir la fantasía de ser, por unos instantes, tu astro favorito de la realidad; ponerte su camiseta y llevar al equipo de tus amores a la gloria aunque pertenezca a segunda división o el sótano tradicional de la tabla real. Entonces, si un pedazo enorme de lo que PES busca "recrear" no es real, sino inventado, tienes una carencia que enciende tu incredulidad. Es así de simple.
Algunos podrán argumentar que eso no está en control de los desarrolladores y es cierto. Lo que sí está bajo su control, en todo caso, es el ingenio y la calidad de los uniformes apócrifos que usan para compensar las ausencias y, en ese frente, los diseñadores también quedan cortos. La mayoría de las casacas son aburridas de apreciar y los nombres inventados ni siquiera están en el idioma del país al que pertenece su liga. Por ejemplo, Real Madrid ─un equipo español─, lleva por designación MD White, mientras que el Athletic de Bilbao se llama PV White Red. Supongo que Konami no invierte creatividad en esto porque asume que la mayoría de los jugadores se va tomar tiempo para personalizar cada uno de los nombres y uniformes como nosotros terminamos haciéndolo con el Manchester United y, por muy artesanal que sea esa tarea, la verdad es que no compagina con el estándar de calidad de un producto de consumo moderno. Si el juego espera que completes su desarrollo por la causa que sea, existe un problema.
Si dejamos de lado el asunto de la inmersión, también hay un impacto en la forma de jugar como consecuencia de los problemas de licencia. Con ello aludimos al tema de las transferencias y también al de la modalidad myClub porque reclutar jugadores se vuelve un auténtico dolor de cabeza cuando tienes qué adivinar cuál es el equipo inventado al que pertenecen y la progresión en estas alternativas de juego se hace lenta y extraña por el mismo motivo. En fin. Decir que las licencias son lo único importante para un juego de deportes sería equivocado y exagerado, pero afirmar que son un elemento irrelevante también es falso. Como parte de la autenticidad, las licencias juegan un rol súper importante en la inmersión y la experiencia de juego completas.
MENÚS Y EXPERIENCIA DE USUARIO
Ya que tomamos al toro por los cuernos, vámonos con la presentación. Este año sigue siendo muy buena y superior a lo que la franquicia manejaba antes de que la filial europea de PES Productions metiera mano en la dirección de arte, hace 2 o 3 ediciones. Permanece la inclinación por lo minimalista y lo modular que hace de la navegación de menús algo sencillo y agradable de ver, aunque menos que hace 12 meses. En PES 2017, los desarrolladores apostaron por espacio adicional a expensas de dinamismo. El año pasado, los menús modulares estaban a un costado, mientras que un modelo en movimiento de un futbolista dominaba buena parte de la pantalla. Eso ya no está y el resultado es un aire un poco más simplista y estático en los mosaicos pero igual de estético. Lo que jamás nos ha gustado son las abreviaturas y el exceso en cajas de texto que la serie no deja de usar y que tienen un efecto ligeramente adverso en la experiencia de juego que describiremos más abajo. Incluso llega haber errores de dedo en ello, lo cual es súper extraño en la actualidad.
En suma, PES prácticamente dejó atrás esa sensación de avejentado que solían tener sus indicadores visuales y dirección de arte general, pero todavía tiene tarea que hacer en el ámbito de la localización y la practicidad con la cual diseña sus menús.
CASI LAS MISMAS FORMAS DE JUGAR
Ahora hablemos de la Liga Máster que constituye el pan y la mantequilla en lo que a modos concierne. Siguiendo con el tema del conformismo, no hay muchos cambios. La mejora más importante en este frente alude a la progresión de los jugadores con el paso del tiempo, la cual percibimos un poco más clara esta vez… un poco. El menú de entrenamientos es más gráfico en cuanto a los efectos que tiene la práctica en las estadísticas de tus futbolistas y, al terminar los encuentros. El problema es que tus asistentes te indican algunos progresos importantes con el transcurso de las jornadas, pero no todos. Entonces, por poner un ejemplo, se la pasaban avisándonos que Rafinha (del Barcelona) mejoraba y mejoraba en varios aspectos —a menudo con crípticas abreviaturas— y Mascherano, bajaba en otros, pero ¿y los demás jugadores? De no ser porque escarbamos en los menús, no hubiéramos advertido el avance del resto de la plantilla y en cuáles áreas, así que la claridad e inmediatez de asimilación todavía es una asignatura pendiente.
En cuanto a Ser Una Leyenda, no advertimos novedades trascendentes, pero algo que sí podría mejorar, tanto en esta modalidad como en Liga Máster es la experiencia de simulación. Lo de los Roles y la progresión está muy bien, pero uno de los retos más grandes que tienen este tipo de modos, a los que denominaremos "de campaña" es la repetición. La simulación o "modo Entrenador" ha sido una forma de mitigarla, pero eso de estar viendo un partido virtual o un montón de puntos moverse sobre una pizarra, también es monótono. PES Productions podría tomar una página de Madden que, este año, incorporó una herramienta para intervenir en ciertos momentos de la simulación y hace de ello, una experiencia más dinámica, sin perder el carácter acelerado que buscas. En vez de eso, cuando empiezas a jugar Ser Una Leyenda, pasas el primer tiempo observando como si fuera una película, porque arrancas en el banquillo de suplentes. ¿De verdad es ésa la mejor manera imaginable de abordar estas instancias?
El modo Versus que hace un reconocimiento a los miles de gamers que se reúnen para jugar
Y luego hay una curiosidad: el modo Versus que hace un reconocimiento a los miles de gamers que se reúnen para jugar entre ellos y a manera local. Versus crea perfiles para diferentes gamers y lleva registro de sus estilos de juego, así como resultados de los encuentros con estadísticas súper detalladas de su rendimiento. No es revolucionario, pero se agradece.
Finalmente, en materia de modos importantes, está myClub que, para quienes no lo recuerden, es el intento de Konami por incursionar en las microtransacciones mediante una dinámica de creación de equipo con elementos al azar que te conminan a desembolsar dinero in-game o real. En E3 del año pasado, el publisher afirmó que myClub había sido todo un éxito, aunque a nosotros siempre nos pareció un intento un poco rebuscado y desangelado por emular una fórmula ajena.
Una de nuestras principales quejas, al margen de una estructura críptica y de difícil asimilación, radicaba en la imposibilidad para adquirir jugadores específicos, pero Konami atendió la inconformidad y ahora PES incluye una herramienta llamada Subasta de cazatalentos que te permite comprar reclutadores con especialidades concretas de otros jugadores y combinar hasta 3 de ellos para incrementar las probabilidades de adquirir a un futbolista específico. Por poner un ejemplo, podrías hacerte con los servicios de un reclutador especializado en Europa, otro en Liga de España y uno más en el RM White para tener mejor probabilidad de "ganarte" a Ronaldo, Modric o Bale en la ruleta de balones con la cual funciona myClub.
¿El problema? Bueno, como dijimos en los primeros párrafos: las licencias. Cuando entres en el listado de subastas, verás una relación de reclutadores con diversas especialidades, pero a menudo no reconocerás los clubes en los que se concentran por la sencilla razón de que son nombres inventados y, volvemos a lo mismo: primero, esto interrumpe la fantasía de ser un coach y después, te obliga a salir del menú, averiguar a qué equipo real se refieren con un nombre determinado (si es que conoces a plenitud a sus jugadores) y después volver. Y como hay clubes sueltos que ni siquiera están adscritos a una liga porque no está en el juego, pues la cosa se pone aun más incómoda y confusa.
Ya que hablamos de myClub, es momento de abordar el tema online que históricamente ha sido desangelado para la franquicia y este año, eso no cambia. El tema aquí es que no existe mucha frescura ni audacia en el diseño de este componente. Permanecen los mismos modos, las mismas funciones y la misma idea general que, a falta de una mejor descripción sería: "sin filosofía". Me alegró atestiguar, por un lado, que las actualizaciones en vivo ahora sí operaran casi desde el comienzo ─sin Internet, tendrán plantillas desfasadas─, pero el resto de la experiencia conectada es más bien intrascendente. Los servidores del modo "Juego en equipo" estuvieron tan vacíos durante nuestras sesiones de revisión que resultó muy difícil concertar partidas y en ocasiones fue complicado concertar encuentros con ciertas variables de balance activadas. Igual que el año pasado, fuimos víctimas de tiempos de respuesta por abajo de lo ideal en los controles, derivados de las típicas variables de conexión, con todo y que jugamos con la de banda ancha de la oficina. Lo antes descrito depende de varios factores y hay buenas ideas, como la de limitar las celebraciones por partido, pero digamos que nuestra experiencia en línea fue de esas que olvidaremos inmediatamente.
DENTRO DEL ESTADIO Y SOBRE LA CANCHA
Una vez que eliges qué vas a jugar y te separas de todo lo relacionado con administración de equipo o carrera y sus variables, llegas al césped sagrado de PES que, otra vez, despliega los mejores gráficos que hayamos visto hasta ahora en un título de futbol y quizá en un juego deportivo general. Habría que hacer una comparación directa con NBA 2K17 o MLB The Show 17, pero el hecho es que PES 2017 está en esa discusión. Los modelos de jugadores son todavía mejores que el año pasado, con texturas más detalladas y un aspecto menos achatado con respecto a lo que ya de por sí era un trabajo sobresaliente con el motor FOX. Las arenas lucen sencillamente espectaculares y no dejamos de maravillarnos con lo que pasa alrededor de la cancha, que se antoja sumamente realista, empezando por la variedad de espectadores, el número y las conductas de camarógrafos y personal de seguridad. La volumetría de los reflectores otorga un realce importante a las arenas e incluso consideramos que la imagen del pasto es más consistente este año, desplegando volumen en la mayoría de las instancias cercanas, y reaccionando ante ciertas jugadas.
Los gestos de todos y cada uno de los futbolistas resultan, por momentos increíbles, y aunque sólo sobresalen en las celebraciones, están presentes en forcejeos y disparos a puerta también. La textura de los uniformes y hasta los banderines, constituyen todos, un acierto gráfico, y la presentación televisiva no se queda atrás, con momentos de auténtico asombro en las introducciones de Champions League o UEFA Europa League. En todo caso, nos hubiera gustado que hubiera más repeticiones "a la Phantom" porque la mayoría de las veces, las reiteraciones son en encuadres abiertos que no permiten apreciar el elevado detalle gráfico del juego.
Un elemento un poco menos... perfecto, es la física. Desde el año pasado, PES Productions pretende conferir a PES un elemento más orgánico a la interacción de cuerpos sobre la cancha, pero el resultado aún es inconsistente, no tanto por anomalías ─que las hay─, sino sencillamente porque la disputa del balón todavía no se siente cómoda, al menos, desde nuestra perspectiva, y para ilustrarlo, basta cualquier balón al aire, donde defensa y atacante chocan en busca del primer testarazo. Sentirás entonces, cómo tu futbolista realmente no mueve a su contrincante, sin importar lo mucho que empujes el stick y, cuando pusimos la repetición, notamos que de hecho, no existe un contacto realista entre ambos, sino que el zaguero adopta la misma postura que si estuviera tratando de desplazar un muro plano frente a él. Y lo mismo ocurre cuando vas hombro a hombro con tu rival... no sientes que realmente haya un intercambio de fuerzas, sino más bien 2 ferrocarriles avanzando lado a lado, pero cada uno sobre su riel. Y a ello ─ahora sí─ hay que agregar las irregularidades que, como el año pasado, suelen consistir en atasques de extremidades y estiramientos antinaturales.
Dicho todo esto, es notorio que PES 2017 recibió nuevas animaciones así como un ajuste al ritmo de juego que se traduce en la mejor sensación general de control que hayamos tenido jamás con un título de la serie. El flujo de toques es una delicia y el movimiento de los jugadores individuales resulta casi 100% responsivo... casi. Al hacer sprint o buscar una pelota aérea todavía se percibe cierta rigidez; una sensación de falta de libertad para ajustar la dirección, y cuando hay recepciones distantes o encontronazos entre jugadores, es evidente que quedas atrapado en animaciones que te impiden reaccionar con la rapidez necesaria. Otra imperfección que persiste, aunque en menor medida, es el conflicto en los pases. Esto es algo que mencionamos año con año pero no queda totalmente resuelto: cuando hay 2 futbolistas de tu equipo alineados en relación con el pasador es probable que tu envío vaya hacia el incorrecto. O algo sigue mal o la precisión en la potencia es prácticamente atómica, el caso es que todavía hay instancias donde quedas preguntándote por qué diablos tu Iniesta le puso un balón a Dani Álves que estaba a 20 metros de distancia cuando Messi estaba abierto frente a él o por qué ese pase filtrado salió con el doble de potencia a pesar de que le imprimiste la misma de siempre. De vez en cuando hay rebotes que dan al esférico un comportamiento extraño, pero no son suficientemente frecuentes como para afectar el trámite del juego.
Los movimientos de tus compañeros, en general, mejoraron y lo notamos con un detalle muy puntual del que nos quejamos el año pasado y es la habilidad ─ahora notoria─ de los delanteros para correr en perpendicular con los defensores para no caer en fuera de. No tuvimos, en nuestras sesiones de juego, una sola instancia donde sintiéramos que el guardameta fallara rotundamente y encima, tienen nuevas y espectaculares animaciones de atajada, algunas de ellas poco ortodoxas, pero que se ven sumamente reales.
MODERNIZACIÓN TÁCTICA
Tradicionalmente, Pro Evolution Soccer está a la vanguardia en cuanto a estrategia, pero este año, más bien se puso al corriente y añadió algo de su cosecha. PES 2017 te permite asignar a cada dirección del D-Pad una estrategia defensiva y ofensiva que después puedes activar o desactivar durante el encuentro, ya sea rotación por la banda, tiqui-taca, poblar el área, delantero liberado, etcétera. Es algo que hacía falta y es la cereza del pastel para una estructura técnica redonda que ya te permitía ajustar casi todos los aspectos en el parado de tu equipo, desde lo general, como la formación, hasta lo particular, como marcaje personal, transiciones tácticas en ataque y defensa, posicionamiento específico de cada futbolista, nivel de compactación de la defensa y la lista no acaba. En materia de estrategia, PES permanece como rey. La única observación es que, una vez en la cancha, el juego no te avisa a qué corresponde cada botón del D-Pad, así que más vale que memorices bien qué hará cada dirección.
En materia de estrategia, PES permanece como rey
En paralelo, es posible modificar el ímpetu ofensivo o defensivo del equipo ─otra función que ya existía en la escena del futbol virtual─. Si oprimes 2 veces el D-Pad hacia arriba, tu equipo atacará un poco más, y 2 veces hacia abajo, defenderá un poco más, en una escala de 5 intensidades.
Otro frente donde PES se puso al corriente fue en la táctica a bola parada para los tiros de esquina, donde ahora es viable asignar a los rematadores una estrategia antes del cobro, como por ejemplo, alejarse de la portería para después esprintar en conjunto por el balón, saturar el área chica, buscar el segundo poste, etcétera. Y también tácticas defensivas como marca personal, de zona o mixta. Hacía falta esta opción y ahora existe con un poco más de profundidad de la que estábamos acostumbrados en la categoría. Otro acierto.
LA COMPENSACIÓN
En el menú de extras, lo más relevante es el entrenamiento, cuyos minijuegos adoptaron una filosofía más dinámica desde tiempo atrás y la herramienta de edición que es súper flexible y te permite modificar con absoluta libertad a todos los equipos, en el afán ya mencionado de compensar por la falta de licencias. Así, cuando empezamos a jugar, lo primero que hicimos fue darnos un clavado a "Editar" para hacer que Man Red fuera, otra vez, Manchester United y modernizamos la plantilla para que incorporara a Pogba e Ibrahimovic, los cuales no estaban presentes porque activamos las actualizaciones poco después de que recibimos el juego.
Ya que hablamos de edición y demás, también es importante mencionar que PES 2017 incluye 28 estadios, un incremento considerable con respecto a ediciones previas que ayuda a mitigar la sensación de reiteración.
Lo que no ayuda a mitigar la sensación de repetición es el audio. Al igual que el año pasado, PES incluye temas licenciados, lo cual es un acierto, pero sólo hay 12 temas, lo que equivale a menos de una hora de música, así que rápidamente terminarás odiando a Skrillex y a Ellie Goulding por escuchar sus canciones una y otra, y otra vez.
En lo concerniente a narraciones en español, nos parece que ya es momento de hacer mejoras porque la dupla entre Martinoli y el Doctor García ya no aporta nada fresco. Su estilo es simpático y hace unos años se percibía novedoso, pero ahora ya son muy notorias las costuras en el tejido de las grabaciones, es decir, se notan muy claramente las inconsistencias en los tonos de voz de una grabación y otra, sin mencionar que Luis García se oye súper correteado y falso casi todas las ocasiones. Konami podría darles un poco más de rienda suelta para que la pareja se perciba menos acartonada.
FANTASÍA PARA BIEN Y PARA MAL
Por controles, Pro Evolution Soccer 2017, es una gran iteración. Los mandos se perciben versátiles y casi 100% precisos. Quedan algunos pequeños detalles a pulir, como una física más orgánica, unos pocos tiempos de respuesta y pases más consistentes, pero en general, PES 2017 es magnífico de jugar y la presentación gráfica es la mancuerna perfecta para este realismo en el césped. En cuanto a modalidades, nos parece que Konami puede hacer un esfuerzo mucho mayor. Para ser honestos, la innovación en ese frente se percibe marginal y el lado online de la experiencia es muy poco estimulante. Pero el defecto de mayor peso es, sin duda, el de las licencias que realmente le pega a la inmersión y también afecta ciertas estructuras de juego, convirtiendo a PES 2017 en un título que se juega de maravilla, pero cuya recreación de la realidad fuera de la cancha es más bien una fantasía, llena de elementos inventados con muy poco esmero. A este paso, PES terminará siendo un juego totalmente separado de la realidad en cuanto a clubes y jugadores y eso es una verdadera lástima porque al fin está recuperando el nivel en materia de controles.
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