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Era un día especial para la vida de un escritor, no tenía nada que hacer más que sentarse frente a la T.V. y relajarse, pero, ¿por qué? Se supone que debería estar creando otra vida, claro, estaba por destruir otro que era... hermoso.
Es lo difícil de esto, una vez que empieza no puede acabar, inicias un mundo donde lo importante es darles a los personajes una vida que nunca podrás tener, es como jugar a ser Dios, pero más fácil.
Cuando él empezó esto no creía que sería su vida, pensó que sería un pasatiempo, un hobby normal, pero no, sería el ascenso de un ser humano normal a un Dios ficticio.
El escritor estaba viendo infomerciales, no había nada en la T.V. a las 03:00 a.m., pero vamos, estaba descansando como para quejarse de eso. Pero, ¿qué podía arruinar esa noche? Una llamada a la puerta, “¿quién podría ser?” Se preguntó él, pero tiene sentido, ¿quién llamaría a la puerta a esas horas de la noche? Un asesino o la policía.
¿La sorpresa? Era su hijo, el cual no recuerda haber tenido, pues él es soltero. Le dijo padre, a lo que aterrado contesto con un “¿estás de broma? ¡FUERA DE AQUÍ!” El niño pronto se sintió triste, su “padre” lo había rechazado sin antes preguntar su nombre.
- Pero padre...
- No, no soy tu padre, ¿cómo lo sería si no tengo esposa?
- Mira...
El niño le entregó una nota, muy peculiar, pues tenía el nombre de una chica que conoció en sus sueños.
- Entonces... vienes aquí, me traes esto ¿y esperas que te crea? No lo creo, chico.
- Pero padre, madre dijo que podría conocerte cuando fuera mi cumpleaños número 7
- Pero es que no es posible, tal persona no existe, no recuerdo conocer a una tal “Tania” y mucho menos haber tenido una relación sentimental con ella.
- Padre, aunque no lo crea, ella me dijo dónde vivía, me contó varias cosas sobre usted, dijo que era buena persona, pero... ¡mintió, usted es una mala persona!
Los ojos del escritor se abrieron como dos platos grandes, pensó más detenidamente en el niño, se dio cuenta que había algo que le llamaba la atención, y más por la nota, pues recuerda haber escrito dicha nota en un sueño. Algo raro si lo piensas bien, podría ser un sueño, pero no.
- Muchacho, es que no es normal que pase algo com...
- Pero aun así usted debería aceptarme.
- No, no entiendes.
- Claro que sí, por eso madre no quería vivir con usted, es una persona horrible.
- No...Hijo, no es así.
Los ojos del niño se llenaron de unas lágrimas.
- Aunque no lo creas, hijo, me resulta encantador poder tener a alguien a quien querer y cuidar, pero... la vida que tengo es un demasiado horrible y aburrida para ti, no quiero arrastrarte a esta vida de miseria.
- No me importa, yo quiero vivir con padre.
- Entonces, primero dime cómo te llamas.
- Diego
- Bueno, Diego, vamos a dormir, que es muy tarde.
¿Parece un sueño, verdad? Pues no lo es, cuando un escritor crea un historia tan poderosa que traspasa la realidad, ésta se vuelve parte de su vida, como una segunda realidad, pero llega el momento en que la segunda realidad pasa a la primera y ésta se vuelve real, cumpliendo el sueño del creador de vidas.
Pasó un tiempo y el escritor y su hijo vivieron alegres, hasta que el niño murió, fue un golpe duro, él ya tenía 27 años y una familia, pero el escritor sabía que ya no tenía nada que hacer junto a él. Él recuerda sus últimas palabras... “aunque no viste mis años de infancia, sé que los años que siguieron fueron los mejores, madre no se equivocó en algo, cuando tú amas algo jamás lo dejas que se vuelva algo triste y aburrido, gracias, padre.” El escritor plasmó eso en su última vida, dejando así espacio para ir al cielo, donde las lágrimas nunca terminan.
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por Suricatte {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/32443\/32443_64x64.jpg","nickname":"Suricatte","user_name":"Surich JV","user_link":"\/usuario\/Suricatte","posts":10179,"theme":"background","cover":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/360623\/360623_349x86.jpg?3225","status":true}
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