Aunque es una de las cosas más obvias que todos solemos decir, el tiempo pasa demasiado rápido. Un día estás jugando Guitar Hero III sin que nada te importe, y cuando te das cuenta ya pasaron 10 años y estás preocupado por si te van a correr del trabajo o vas a llegar al aguinaldo. Crecer es una de las cosas más horribles de este mundo.
Y sí, hay muchas personas que mantienen sus gustos, sus hobbies, sus vidas. A algunos las circunstancias nos empujan por caminos diferentes, en los que "perder el tiempo" ya no es una opción. O al menos ya no una que resulte a futuro.
Desde la vez que dejé abandonado a mi perro en la estética canina hasta cuando aquella fémina que ahora no quiero recordar me friendzoneó, todo me ha traído hasta aquí. Hasta este lugar vacío, oscuro y frío, en el que ya no existe esa libertad que antes me rodeaba. Tal vez se agotó de a poco. Tal vez yo me escapé de ahí. De cualquier manera: las cosas ya no son iguales. Y hay que seguir adelante.
Lo que me sigue pareciendo maravilloso es que este blog ilegible y que no puede ser hallado siga siendo un refugio eventual. Ese lugar especial en el que fui feliz y al que no siempre vuelvo, pero que tal vez esté aquí por mucho tiempo. Escondido.
Ahora todo es diferente. Ya no soy el mismo. O tal vez sí. Ya habrá tiempo para pensar en eso.
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